El 5 de octubre de 2013 la plana mayor del PRI a nivel estatal y nacional, festejó en el teatro Degollado el 70 aniversario de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), un evento con evidente tinte partidista y político, donde estuvo hasta Carmen Salinas. Un acto típico del PRI, con acarreados incluidos.
El teatro Degollado, no sólo es el máximo recinto lírico de Guadalajara, sino un símbolo de la ciudad cuyas puertas se abren y se cierran, a discreción.
Hace dos días trascendió en Mural la noticia de que la Secretaría de Cultura de Jalisco había negado a Enrique Alfaro, candidato de Movimiento Ciudadano a la Alcaldía de Guadalajara, la utilización de este espacio para el arranque de su campaña, el 6 de abril.
Esta decisión sorprende por varias razones. Primero, porque resulta evidente que existe un uso faccioso de los recintos públicos, a través de funcionarios quienes no tienen problema en prestar el Degollado para que se realicen actividades del partido en el poder, y negarlo a sus adversarios.
Y segundo, porque habíamos tenido una respuesta muy distinta el 9 de marzo cuando hablé personalmente con la Dra. Myriam Vachez, Secretaria de Cultura, y con plena disposición había aceptado cederlo. Seguramente, con el paso de los días, tuvo que rectificar o fue obligada a rectificar bajo dos argumentos; que el inmueble estará en reparaciones del 30 de marzo al 11 de abril. Las que incluyen el retiro de butacas, la alfombra y del piso en el área de luneta. Inclusive en esa conversación con la gentil titular de Cultura me dijo que las obras referidas iniciarían al terminar el acto de Movimiento Ciudadano del 6 de abril.
Es más, el pasado martes, el Srio. Particular, Oscar Zúñiga, me dijo que no existía problema para el uso del Degollado y que el pago por ello sería de poco más de 60 mil pesos, a lo que le respondí que los cubriríamos.
El argumento, que el reglamento del teatro prohíbe usar el recinto para actos de propaganda, equivaldría a considerar que el evento de la CNOP-PRI, fue una ópera de Puccini.
Curiosa forma de actuar del gobierno, que no tiene inconvenientes en alquilar espacios culturales para fiestas y eventos de carácter social, pero sí para ceder selectivamente, un espacio que es administrado por el gobierno, pero que realmente pertenece a los ciudadanos y a las ciudadanas de Jalisco.