Jalisco necesita una profunda transformación de sus instituciones. Movimiento Ciudadano ha insistido entre otros temas, en el de la Ley de Participación Ciudadana que empodere a la gente y obligue a rendir cuentas a los gobernantes.
Desde hace varios meses, en la Comisión de Participación Ciudadana presidida por la diputada Verónica Delgadillo, se ha impulsado un trabajo técnico y de inclusión mediante opiniones de diversas organizaciones de la sociedad civil en la construcción de dicha Ley que contempla hacer accesibles el plebiscito, referéndum e iniciativa popular, legislar sobre el presupuesto participativo y la ratificación de mandato, crear la figura de referéndum aprobatorio para todas las reformas constitucionales, entre otras cosas.
En estos días la discusión de la Ley fue el tema dominante en el Congreso y las posturas de los partidos muy ilustrativas. En particular, el PRI demostró que su agenda sigue siendo la concentración del poder y la contención de las aspiraciones ciudadanas. Las declaraciones siempre sopesadas y meditadas del diputado Rafael González Pimienta, de que darle mas poder y participación a la gente en los asuntos públicos nos llevaría “a la anarquía” muestra con fidelidad el desdén que sienten por los ciudadanos.
Por ello, el PRI decidió dar un albazo, al proponer un dictamen improvisado de reforma en esta materia, que en el fondo es una simulación y es gatopardista, ya que cambia algunos artículos de la ley, pero que en el fondo deja todo igual: instrumentos de participación ciudadana inaccesibles y mecanismos de rendición de cuentas ficticios.
Esta postura del PRI tiene como fin enterrar las aspiraciones de construir una reforma en materia de participación ciudadana; saben que con sus votos en el Congreso pueden descarrilar cualquier otra iniciativa sobre el tema. Con ello, el PRI muestra sus verdaderas intenciones: utilizar su representación política y la confianza que le dieron los ciudadanos en las urnas, para castigar y darles la espalda a la gente.
Bien harían los priístas en releer su Declaración de Principios que dice “requerimos… de la participación social en la toma de decisiones, del referéndum, del plebiscito, de la iniciativa popular, de la transparencia, de la rendición de cuentas y del acceso a la información pública”, y que al menos por esta vez fueran congruentes con su doctrina.