Autor:
Enrique Ibarra Pedroza
Los habitantes y los nacidos en Temacapulín recrudecieron el vía crucis en que viven desde hace 9 años cuando el día previo a la semana santa, el gobierno federal y el estatal dieron su fallo inundatorio a esa comunidad y el desplazamiento forzado de sus moradores.
Ese dictamen inhumano de los gobiernos priístas conlleva a la afectación ambiental de la región de Los Altos, la que de por sí sufre ya un alto estrés hídrico y el trasvase de agua a León les significará una merma sensible de ese líquido para las actividades agropecuarias, como lo ha documentado, Juan Guillermo Márquez, presidente del Consejo Regional para el Desarrollo Sustentable.
Al compendio de ilegalidades que han acompañado la obra de El Zapotillo, la última, el desacato del gobierno a mantener la altura de la cortina a solo 80 mts, hay que añadirle lo que es común en las obras del gobierno, los grandes negocios y la endémica corrupción.
Hace días en un diario local, el académico José Antonio Gómez acreditó que el agua del embalse será privatizada, vía una concesión por 25 años a la empresa española Abengoa. Esa trasnacional será la encargada de enviar el agua a León.
Se estima que la obra completa tendrá un costo de más de 14 mil mdp (más del doble de lo que se dijo inicialmente). Los contribuyentes pagaremos el 72 por ciento, Abengoa erogará solo 3 mil 754 mdp y a cambio recibirá ingresos superiores a los mil 300 millones de dólares según la propia empresa.
Temaca y El Zapotillo llevan 9 años en el debate, quienes defienden su construcción arguyen que resolverá el abasto de agua en Guadalajara, sin embargo esa es una falacia; el experto en el tema, Arturo Gleason ha sido contundente en que la solución para la ciudad no está en la presa, sino en nuestro subsuelo, con el agua de lluvia de su cuenca, un programa de ahorro y eliminar fugas de la red que son del 30 al 40 por ciento.
Qué censurable que los gobiernos traduzcan las grandes obras en grandes negocios y beneficios a particulares aún a costa de sacrificar a la gente. Temaca está cerca de formar parte de esa negra historia. Por último: habrá sopesado el gobernador Aristóteles Sandoval y sus estrategas políticos, como está registrando Peña Nieto y su equipo cercano, que toda la responsabilidad de inundar esa población y afectar a los alteños se la están endosando a él y a su gobierno?
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