El salto de Aristóteles Sandoval de la alcaldía de Guadalajara a su campaña por la gubernatura dejó una estela de mugre. En los documentos de la entrega-recepción a la actual administración, también priista, resaltan anomalías como recursos utilizados en fines distintos a los originales, ocultamiento de pasivos para maquillar el monto real de la imponente deuda tapatía, elevados pagos de gastos a funcionarios y la falta de registro o cancelación de cheques “perdidos” o “por entregar”, cuyos beneficiarios son presuntos proveedores, funcionarios y policías.
Cuando el hoy gobernador Aristóteles Sandoval Díaz fue presidente municipal de Guadalajara, no sólo incrementó la deuda municipal sino que también se registró el desvío de 647 millones de pesos del erario, señala Salvador Caro, coordinador de los regidores de Movimiento Ciudadano en la capital del estado.
Sandoval Díaz gobernó Guadalajara del 1 de enero de 2010 al 15 de enero de 2012, pues pidió licencia para contender por la gubernatura. Dejó una deuda de 2 mil 680 millones de pesos; de ese monto, mil 100 millones corresponden a un crédito obtenido en 2011 para repavimentar 30 calles y avenidas (Proceso Jalisco 418).
Relevó a Sandoval, en forma interina, el entonces secretario de Administración del ayuntamiento, Francisco Ayón López, que permaneció en el puesto hasta el 30 de septiembre de 2012.
En esos nueve meses la deuda municipal aumentó a casi 4 mil millones, como consta en el portal de internet municipal, dentro del apartado “Estado de situación financiera municipio de Guadalajara al 31 de diciembre de 2012”.
De acuerdo con la información oficial, la deuda en dos años de gestión del presidente municipal priista Ramiro Hernández García asciende a 3 mil 648 millones de pesos.
Marco Valerio Pérez Gollaz, dirigente del partido Movimiento Ciudadano en Guadalajara, contradice el cálculo oficial de la deuda. Comenta que el municipio tapatío “tiene una deuda pública que ha crecido sin control en las últimas tres administraciones (…). El actual alcalde no ha sido capaz de ofrecer a los ciudadanos información clara y transparente sobre el monto total”.
En el portal de Transparencia del municipio tapatío se consigna que los pasivos municipales hasta el 31 de diciembre pasado son 3 mil 648 millones 84 mil 840 pesos.
Para Pérez Gollaz esa cifra corresponde sólo a la deuda contraída “con instituciones de crédito, sin tomar en cuenta los laudos que el municipio tiene que pagar y los adeudos con los proveedores. Todo eso también es deuda, de la que no quieren hablar”.
Afirma que, si se suman todos los pasivos, la deuda alcanzaría por lo menos 5 mil millones de pesos, equivalentes al presupuesto anual de Guadalajara.
A su vez, Salvador Caro Cabrera, coordinador de los regidores de MC en ese ayuntamiento, comenta que se le hicieron llegar en forma anónima documentos sobre la entrega-recepción de la administración 2010-2012, es decir, la encabezada por los priistas Sandoval y Ayón.
“Haciendo un análisis preciso del contenido de los documentos, nos dicen que entre 2011 y 2012 (las administraciones de Sandoval y Ayón) usaron recursos etiquetados federales y estatales para fines distintos, entre ellos los de la seguridad pública, incurriendo en un déficit. Es decir, malgastaron 647 millones de pesos y después no tenían con qué pagarle a proveedores.
“Esto es un manejo muy irregular que se da en 2012 y no está claro con qué fines sucedió en ese momento (…). Lo raro está en que, si les entregaron el dinero, ¿cómo se sobregiraron en las cuentas federales y estatales?”
Expone Caro Cabrera que “hasta hoy el gobierno del presidente municipal Ramiro Hernández ha mantenido oculta (esa información, pero) hemos trabajado con expertos para enterarnos de los problemas contables que representa cada uno de los documentos”.
Así, lo regidores de oposición se enteraron de que los alcaldes priistas dejaron “un desorden administrativo que demuestra cómo la deuda se diversificaba en varias bolsas: cadenas productivas, cuentas pendientes por pagar, contrarrecibos, cheques emitidos que no se entregaban, y creaban limbos financieros para ocultar los montos reales de la deuda”.
Agrega: “Otros cajones donde ocultaban la deuda del municipio son, por ejemplo, el pago a cadenas productivas, a empresas; es un ejercicio donde le venden deudas a bancos y después se las tienen que pagar de otra manera. Esto fue por 100 millones de pesos”.
En la documentación entregada por los regidores de MC a este semanario se incluye la lista de “cadenas productivas 2012, pendientes de pago”. Ahí destaca el adeudo con la empresa recolectora de residuos sólidos Caabsa Eagle Guadalajara, S.A. de C.V., a la cual se debían en esa fecha 45 millones 37 mil 548 pesos.
Esta cantidad representa casi la mitad de los pagos pendientes de “cadenas productivas”. El resto se debía, entre otras empresas del ramo, a Constructora RAL de Occidente, que en 2012 registraba dos pagos pendientes por 10 millones 117 mil 842 pesos.
En el apartado “Estado de situación financiera al 31 de diciembre de 2014”, del portal del ayuntamiento tapatío en internet, se detalla que las cuentas por pagar a corto plazo suman 246 millones 897 mil 51 pesos, mientras que las de largo plazo alcanzan 2 mil 326 millones 224 mil 607 pesos.
En cuanto a los adeudos de corto plazo, destaca que se tienen cuentas pendientes con proveedores por 467 millones 338 mil 234 pesos –incluidos los contratistas–, y que los contraídos por “servicios personales” suman 315 millones 641 mil 182 pesos.
Además, el regidor Caro Cabrera comenta que las autoridades municipales “han venido reportando desde 2011 una cantidad inexistente de obras en proceso y esto ha acumulado al día de hoy un fondo total de supuestas obras por 3 mil 200 millones de pesos. No sabemos dónde están esas obras. Si las contrastas con los informes de gobierno, ellos cuando mucho podrían justificar unos cuantos de cientos de millones de pesos. ¿Dónde está ese dinero? Es la gran pregunta”.
Al respecto, el portal de Guadalajara especifica en su apartado “Estado de situación financiera” al 31 de diciembre de 2014 que mientras en 2013 se realizaron obras por 2 mil 522 millones 784 mil 854 pesos, al año siguiente el rubro de “construcciones en proceso en bienes de dominio público” ascendió a 3 mil 271 millones 567 mil 22 pesos.
Esto implicó que el presupuesto para obras del año pasado fuera de sólo 748 millones 782 mil 168 pesos.
Sin embargo, en el libro del segundo informe de gobierno del alcalde Ramiro Hernández se reporta que en 2014 se asignaron contratos de obra pública por un total de mil 37 millones 205 mil 47 pesos. Es decir, existe una diferencia de casi 300 millones.
“En términos llanos, lo que está pasando en Guadalajara es como si Sandoval Díaz y Ayón se cambiaron de casa, llega a la casa Ramiro Hernández y quedaron a deber la luz, el teléfono, el ISR, las tarjetas de crédito, todo. Amenazan al que se queda para que pague las deudas y se quede callado”, explica el regidor de MC.
El misterio de los contrarrecibos
Otra irregularidad que se evidencia en la documentación mencionada es que la pasada administración de Guadalajara “dejó pendientes de pago más de 15 mil contrarrecibos. Para ejemplificarlo: es más del total de cheques que se tienen que emitir por contrarrecibos que los cheques que se tendrían que emitir por la nómina. Esto por un monto de 500 millones de pesos”.
En una revisión de la extensa lista se comprobó que regidores, secretarios, directores y jefes de área de aquellas administraciones presentaron contrarrecibos por gastos directos o por comprobar.
Los 19 regidores del PRI, PAN y PVEM entregaron contrarrecibos por cantidades que van de 120 mil a 140 mil pesos, especialmente en enero y abril de 2012.
En este grupo destaca el entonces regidor priista Javier Alejandro Galván Guerrero, quien presentó nueve contrarrecibos que suman 776 mil 78 pesos, monto superior a su sueldo anual, que era de 757 mil 536 pesos netos.
Le siguen en montos sus compañeros de partido Mario Martín Gutiérrez Treviño, con casi 520 mil pesos; Irma Alicia Cano Gutiérrez, con casi 410 mil pesos y Dulce Roberta García Campos, con aproximadamente 400 mil pesos en contrarrecibos.
Los panistas no se quedaron atrás. Los contrarrecibos de la entonces regidora Norma Angélica Aguirre Varela alcanzan casi 500 mil pesos; los de Vanesa Pérez Rubí Rodríguez, casi 472 mil, y los entregados por Ricardo Ríos Bojórquez, 421 mil pesos. El único regidor del PVEM, Gamaliel de Jesús Ramírez Andrade, presentó cinco contrarrecibos por un total de 462 mil pesos.
El funcionario de primer nivel que entregó más contrarrecibos fue el entonces director del Rastro, José de Jesús Tejeda Palos. A su nombre aparecen 34 de estos documentos que suman 12 millones 548 mil 240 pesos. Caro Cabrera apunta que Tejeda Palos es amigo del magistrado Leonel Sandoval, quien manejó la campaña de su hijo Aristóteles Sandoval por la gubernatura, por lo que se podría sospechar que esos recursos públicos se utilizaron para fines electorales.
Otro alto funcionario que entregó contrarrecibos es José Francisco Castillo Madrigal, quien era secretario particular del gobernador interino Ayón y actualmente es titular de Servicios Públicos Municipales. Él alcanzó 1 millón 473 mil 558 pesos.
Y el que fuera secretario de Administración, Héctor Manuel Salas Barba –actualmente director de esa área en la Comisión Estatal del Agua–sumó casi 1.5 millones de pesos.
El titular del Registro Civil de Guadalajara, Roberto González Delgadillo, que ahora desempeña el mismo cargo a nivel estatal, presentó documentos por casi 300 mil pesos.
De igual forma, Leopoldo Pérez Magaña –entonces secretario de Desarrollo Social y ahora gerente general del Consejo de la Cuenca Río Santiago y Cuencas Altos de Jalisco, de la Conagua – está registrado con aproximadamente 770 mil pesos, mientras que el tesorero Hugo Alberto Michel Uribe y el director de Adquisiciones de aquella administración, Mauricio Medina Brambila, entregaron contrarrecibos por 400 mil y 560 mil pesos, respectivamente.
A nombre del director de Administración de Bienes Patrimoniales, Jorge de Jesús González Aguilar, aparecen tres contrarrecibos por 690 mil pesos en total.
Y Alberto Lamas Flores, entonces coordinador de Comunicación Social y Relaciones Públicas de Guadalajara, hoy jefe de gabinete del gobernador, presentó tres de esos documentos que suman casi 552 mil pesos.
José Luis Patiño Guerra, en aquel tiempo director administrativo de la Secretaría de Cultura, y quien ahora lo es en la dependencia estatal del ramo, entregó un contra recibo por 300 mil pesos por gastos a comprobar.
Muchos funcionarios de menor rango extendieron contrarrecibos por cantidades algo más bajas.
Cheques en el limbo
En la información que entregaron los regidores de MC a este semanario destaca que se elaboraron 698 cheques que, según Caro Cabrera, “no fueron entregados porque no había fondos, por aproximadamente 70 millones de pesos”.
Esos cheques fueron elaborados entre junio y agosto de 2012. Para conocer su destino, se consultó en la página de Transparencia el apartado “Información mensual de cheques a proveedores”. No se encontraron registros de varios de ellos, ni siquiera están cancelados.
Por ejemplo, no aparecieron los cheques 216051 y 217566, fechados respectivamente el 5 de julio y el 5 de agosto, y firmados a favor del PRI.
Asimismo, el municipio elaboró el cheque 218089 para la Cámara de Comercio de Guadalajara, por 1 millón de pesos; el 218167 para la Universidad de Guadalajara, por 600 mil pesos; y el 218210 para el Bosque de los Colomos, por 250 mil pesos, pero tampoco se halló registro ni cancelación de ellos.
La misma anomalía se repite en cuatro cheques, que suman 4 millones 520 mil 648 pesos, para los proveedores de vestuario y equipo de seguridad Luis Arturo González Castañeda, Sydney Denisse Arteaga Gallo y María del Refugio Juárez Cárdenas.
Los consecutivos 218310 y 218311, por cerca de 2 millones de pesos, fueron emitidos a nombre de González Castañeda, y el cheque 245, por 2.4 millones, al de Arteaga Gallo. El de menor monto fue para Juárez Cárdenas, por 121 mil 800 pesos.
Igualmente se desconoce qué pasó con los cheques 217578, del 21 de agosto, a nombre de SYM Servicios Integrales y por 1 millón de pesos, y el 217707, emitido el 27 de agosto para Jorge Eduardo Pérez Villegas, por 153 mil 120.
Pérez Villegas está registrado como proveedor de varios giros: al Instituto Jalisciense de Cancerología y al municipio de Guadalajara les suministra medicamentos; al Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), de la Universidad de Guadalajara, le vende papelería, y a Tonalá, artículos de limpieza.
Se ignora lo sucedido con los cheques consecutivos 217735 y 217736, por la suma de 200 mil pesos, a nombre de Édgar Arturo Murillo Gómez. En 2012 estaban pendientes de entregar. Su beneficiario no aparece en el padrón de proveedores de Guadalajara, sólo se encontró que en 2009 fue reconocido por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado como consejero del Distrito 16, en la cabecera de Tlaquepaque, según se lee en el acta de la sesión ordinaria ACU-002/2009.
Se encontraron otras anomalías en cheques pendientes de entregar a presuntos proveedores. Pero en esa lista apareció uno para el entonces director administrativo de Servicios Públicos Municipales, Efraín Navarro Durán. Se emitieron a su nombre cuatro cheques por 243 mil 89 pesos en total, todos fechados el 6 de agosto de 2012. Se desconoce a dónde fueron a parar esos documentos.
Navarro Durán fue señalado públicamente por meter a la nómina del ayuntamiento a su esposa, María Guadalupe Rosas Serrano; a sus hijas, Zarteh Sahar Amisaid y Suni Cineret, así como a su yerno Adbiel Mizarrim Mendoza Orozco.
Según Caro Cabrera, el anterior tesorero municipal entregó al actual, Francisco Javier Padilla Villarruel, un listado de cheques extraviados y pendientes de cancelar por un total de 5 millones 268 mil 785 pesos.
La mayoría de los 38 cheques de caja extraviados y por cancelar están a nombre de policías con grados segundo y tercero, pero también aparece un primer comandante, un suboficial, un oficial, un bombero y un colaborador. De esos beneficiarios, 21 dejaron de trabajar en el ayuntamiento entre abril y diciembre de 2012.
Por esos motivos, el regidor Caro Cabrera pidió al tesorero municipal que aclarara las irregularidades que señaló. Sin embargo, quien respondió fue el director de Egresos de Guadalajara, Felipe Hernández, quien se limitó a negar cualquier desvío de recursos y el déficit, sin presentar documentación. Sobre este último punto, dijo que los pagos se hacen de manera anual, pero los recursos ingresan a las cuentas quincenal o mensualmente.
Precisó que todos los contrarrecibos de 2012 fueron cubiertos y que no hay cheques perdidos: “Vamos a revisar el estatus, pero estoy seguro que muchos de esos cheques ya fueron cancelados o hay una sustitución y diremos si hay un cheque extraviado, cosa que dudo”.
No obstante, Caro Cabrera indica que esta semana presentará una denuncia por desvío de recursos y solicitará a la federación una auditoría en el ayuntamiento de Guadalajara.