Memoria Viva: Esteban Garaiz

Guadalajara,  México (25 noviembre 2013).- Dice que la alternancia en Jalisco y en el País ha sido un gran engaño, pues los gobiernos panistas sólo profundizaron el modelo económico del PRI pervertido y neoliberal. Advierte que en los últimos 31 años, pero particularmente durante los Gobiernos de Miguel de la Madrid (1982-1988) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), fue desmantelado el programa de la Revolución Mexicana y se impuso un modelo neoliberal que vulnera los derechos esenciales del pueblo. Explica que vamos para atrás en educación pública, salud y en la justa remuneración del trabajo, que es hoy el problema central del País. Reclama que la Secretaría de Hacienda sangra a Petróleos Mexicanos, que aporta el 40 por ciento del presupuesto federal, lo que imposibilita modernizar esa industria y la construcción de cinco refinerías que necesita el País. Esteban Mario Garaiz Izarra nació el 25 de enero de 1935 en San Felipe Torres Mochas, Guanajuato. Hijo de Esteban Antolín Garaiz Echeverri y de María Izarra Ungo, tiene cuatro hijos: Susana María, Diana, Daniela y Jorge. Comparte su vida con María Eugenia Arias Bocanegra. Estudió Humanidades Clásicas y Filosofía en la Universidad Gregoriana en Roma. Cursó la licenciatura y la maestría en Relaciones Internacionales en el Colegio de México. Fue agregado cultural en la Embajada de México en Costa Rica (1968-1971); diputado federal por el PRI (1976-1979) y Vocal Ejecutivo del Instituto Federal Electoral en Jalisco (IFE) en los comicios de 1997, 2003 y 2006. En el 2011 presidió en Jalisco la Agrupación Política Estatal Alianza Ciudadana y fue candidato a Senador por el Partido Movimiento Ciudadano en el 2012. Despedida ¿Por qué se salió usted del PRI? Durante el Gobierno de Miguel de la Madrid se vio con claridad que el PRI se estaba orientando a la derecha. Yo no tenía nada que hacer en un partido que había cambiado radicalmente de postulados y de propósitos. Nosotros enseñábamos a nuestros alumnos en el Instituto de Capacitación Política del PRI que era muy importante el Artículo Tercero constitucional, que garantizaba la educación pública gratuita, universal y laica. Les decíamos que el Artículo 27 garantizaba a la Nación la propiedad originaria de los bienes naturales y que la rectoría económica del Estado permitía una economía sana. Sosteníamos que el Artículo 123 reflejaba derechos laborales fundamentales y que el Artículo 130 establecía con claridad y respeto la separación entre las agrupaciones religiosas y el Estado. Esas cuatro grandes columnas eran las que quería derribar Carlos Salinas de Gortari. Desde 1988 no he vuelto a militar en ningún partido político, pero mis principios están basados en esos cuatro postulados. Decepción ¿Hacia dónde va el País? La Revolución dejó la tarea a medias, pese a que transformó al País, pues desde 1982 a la fecha vamos para atrás en educación pública, en salud, en la remuneración del trabajo. Con respecto a 1976, cuando el salario mínimo tuvo su mayor poder adquisitivo, el actual no representa ni siquiera el 23 por ciento. ¿Qué pasó con la alternancia? La alternancia nos dejó engaños. Del PRI pervertido y neoliberal pasamos a un gerente de Coca Cola, con aire de ranchero, de apellido Fox (Vicente), que no cambió absolutamente en nada los grandes programas de los gobiernos priistas neoliberales, los profundizó. En Jalisco pasó exactamente lo mismo. ¿Tiene sentido la reforma energética? Nos quieren convertir en grandes productores de un recurso natural que se acaba, para surtir otros mercados y satisfacer exigencias y necesidades estratégicas de Estados Unidos, pero se nos olvida nuestra propia seguridad energética. La Secretaría de Hacienda le extrae toda la sangre a Pemex. Durante los últimos 31 años, el 40 por ciento del presupuesto federal se sostiene con dinero de Pemex, pero no se les cobran impuestos a los grandes consorcios empresariales. Desconfianza ¿Sería positivo crear un Instituto Nacional de Elecciones? Técnicamente hablando, considero que el actual servicio electoral del IFE puede hacerse cargo de las elecciones en los tres niveles de Gobierno, eso ahorraría recursos públicos. Aunque eso no significaría mayor democracia, mientras sobre los órganos, la legislación y los procedimientos electorales estén las manos de los partidos políticos. ¿Ayudarían las urnas electrónicas? Todos sabemos que el voto se compró masivamente en las recientes elecciones. El problema de las elecciones es de confianza. Eso no lo resuelven las urnas electrónicas.