Con el actual modelo de seguridad en Jalisco tocando fondo, el proceso de elección del nuevo Fiscal General, se ha convertido en un asunto central para el estado porque se trata del principal garante de la paz en una entidad fuertemente golpeada por la inseguridad en los últimos años.
No olvidemos que finalmente, la seguridad de los jaliscienses recae sobre todo en el gobierno del estado, y que la decisión del ejecutivo de elegir a Eduardo Almaguer como jefe de la Fiscalía, tiene importantes implicaciones para todos los jaliscienses.
Tan prioritario se ha convertido en la agenda local el tema que esta misma semana, el gobernador se reunió con los presidentes municipales electos de la metrópoli para discutir el asunto. Después de la reunión, parece haber quedado claro que el modelo actual está agotado, que es necesario cambiar la estrategia, y que la propuesta de Ciudad Segura es la más consistente y la que puede dar un giro en este trascendental tema a nivel metropolitano.
Durante la campaña, Enrique Alfaro presentó los principales puntos del modelo de Ciudad Segura, entre los cuales destaca la creación de la Policía Metropolitana con mando único en la metrópoli; el objetivo de lograr que, en el primer año de gestión, se invierta el 10 por ciento de todo el presupuesto de los municipios a la prevención de las causas de delito, con la meta de alcanzar el 30 por ciento en un lapso máximo de 5 años. Además, el plan propone fomentar la participación ciudadana en seguridad, con la integración de un Consejo Consultivo Metropolitano de Seguridad, que propondrá y evaluará las políticas en la materia; la integración de una policía de proximidad comunitaria y la creación de comités ciudadanos y gabinetes metropolitanos multidisciplinarios que ciudadanicen la seguridad.
Jalisco ya no puede esperar más, ni improvisar con la paz y la tranquilidad de los ciudadanos. Más allá de desearle suerte al nuevo Fiscal, ojalá que el cambio de titular en esta dependencia sea una oportunidad para replantear de fondo el modelo de nuestra seguridad, que se logren consensos y que regrese la tranquilidad y la paz en los jaliscienses. Para lograrlo, se deben lograr acuerdos más allá de los colores y distingos de fuerzas políticas. La ciudadanía reclama mayor seguridad y en ello se debe estar enfocado.