En una coyuntura en donde el país sufre el fuerte desprestigio de sus representantes políticos, en el que las certezas y valores en este ámbito son escasos, en el que la congruencia y la entereza de personalidades es cuestionada, vale la pena resaltar lo que representa el acuerdo de ayer en el equipo político de Movimiento Ciudadano en Tlajomulco.
En días pasados, en ese municipio, se contaba con tres aspirantes para competir por la candidatura a la alcaldía por Movimiento Ciudadano. Los nombres de tres personalidades fuertes y con múltiples cualidades sonaban en el ámbito político. Quiero enfatizar la altura de miras de Salvador Zamora y Pedro Martínez quienes construyeron un acuerdo para que Alberto Uribe encabece la planilla por Tlajomulco.
Con ello se disipan suspicacias de quienes consideraban que existía la posibilidad de descarrilar el proyecto político, cuando se manejaba insistentemente que Salvador Zamora o Alberto Uribe, si no fueran candidatos de Movimiento Ciudadano retornarían al PRI, donde en algún tiempo militaron y ese partido estaba sólo a la espera de esa eventualidad.
Hoy es muy importante hacer notar este acuerdo al interior del Movimiento Ciudadano, porque de entrada subraya la trascendencia que tiene en la política el diálogo, el entendimiento, el acuerdo cuando hay objetivos superiores, metas claras. Eso enaltece la política, la decisión de quienes no fueron favorecidos, principalmente de Salvador Zamora.
Este acuerdo va a permitir a la comunidad de Tlajomulco, por encima de todos los intereses, la oportunidad de refrendar su confianza y dar continuidad de la transformación de esa población que comenzó Enrique Alfaro en 2010, quien innovó y aplicó políticas de cambio donde el principal interés siempre fue el ciudadano, al echar a andar figuras participativas como la revocación de mandato, el presupuesto participativo y que ensanchó el alcalde actual, Ismael del Toro.
Si bien es cierto que será una contienda difícil, seguramente con un proyecto como este, claro y con fuerza se podrá dejar un ejemplo de la solidez política y de compromiso social que representa Movimiento Ciudadano, en contraste con el PAN-PRD, los que van en un amasijo más que en una coalición o amalgama, motivados por el interés de ganar, antes que en la congruencia política.