Según la Real Academia Española, el vocablo bobo, significa tonto, falto de entendimiento o razón, extremada y neciamente candoroso. La invocación del adjetivo bobo, viene a colación por lo que declaró el miércoles pasado en el programa Conciencia al Aire, Enrique Aubry, diputado federal y representante en Jalisco del Partido Verde Ecologista.
En dicha emisión, Aubry exponía sus razones en una placentera y complaciente entrevista con Nadia Madrigal y Modesto Barrios, por las cuales debe ser el próximo candidato de su partido y consecuentemente alcalde de Guadalajara. El dirigente argumentó que los fines de semana se viene a la ciudad, que come y cena aquí, que regularmente va a los partidos de futbol, que ve a sus amigos, en fin, que quiere mucho a la ciudad.
Cuando los entrevistadores le preguntaron su opinión sobre la presencia y lo que representa la candidatura de Enrique Alfaro como un opositor, con soltura dijo que el de Movimiento Ciudadano no significa ningún riesgo, ni peligro para él. Aubry afirmó que en el 2012 Alfaro había tenido muchos votos porque era un “engañabobos” y que eso no volvería a ocurrir nuevamente en 2015.
Esa definición de Aubry cataloga como bobos a 1 millón 160 mil 870 de jaliscienses que apoyaron a Alfaro en las urnas en 2012. Su declaración es francamente deplorable viniendo de un dirigente partidista y sobre todo de alguien que aspira a ser candidato y a convencer a los votantes que lo apoyen en una ciudad donde Alfaro tuvo 346 mil 864 votos, 49 mil más que Aristóteles.
La estrategia parte de una premisa errónea que demuestra una gran ignorancia de la realidad política de Jalisco y un insulto para los ciudadanos que piensan diferente al grupo político que él representa. Sin embargo, no podemos negar que sus afirmaciones son parte de la guerra sucia que inició el PRI y sus seguidores hacia sus rivales, la cual ha sido ya denunciada en su debido momento.
Además de reflejar fielmente el menosprecio y el desdén que algunos políticos tienen por los ciudadanos y su derecho a decidir, muestran también la escalada que está aplicando el PRI para tratar de descarrilar el proyecto de Alfaro mediante engaños y mentiras.