Vaya contrastes. En 1998 con motivo del centenario del nacimiento de un jalisciense excepcional, Don Efraín González Luna, el PAN estatal conjuntamente con la U de G, la UNIVA y el ITESO realizaron en el auditorio Pedro Arrupe el Seminario Internacional del Pensamiento de Don Efraín González Luna. En el mismo participaron intelectuales y académicos de Francia, Italia, España, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Chile, Argentina y México; y panistas, como Carlos Castillo, Juan José Hinojosa y Felipe Calderón. La discusión fue enriquecedora y plural sobre Humanismo Político, Bien Común, Democracia, Partido y Poder, entre otros temas.
A contracorriente hace días con motivo del 50 aniversario del fallecimiento del político nacido en Autlán, la cúpula y la burocracia del partido que él co-fundó con Manuel Gómez Morín, se congregó ante la estatua del homenajeado para rendirle su reconocimiento y escuchar al orador central, el oficial mayor del gobierno priista, Francisco Morales Aceves.
Las crónicas y fotografías periodísticas son elocuentes: a las expresiones del orador dirigidas a los panistas, de que “(…) no hay cosa que más daño cause a los que yo represento (a los priistas) que la debilidad, el aniquilamiento del Partido Acción Nacional; no lo permitan (…) los necesitamos fuertes, organizados y decididos. Lo digo con toda la convicción, aun pensando diferente a muchos de ustedes”, el ex gobernador Alberto Cárdenas, el dirigente Miguel Ángel Monraz y sus correligionarios se pusieron de pie emocionados y alentados con las palabras de quien fue por años, el más furibundo denostador de ese partido.
Ayer en su diaria y leída colaboración periodística, Pedro Mellado, llamó a los aplaudidores de Francisco Morales, “busca chambas y pobres ideológicamente hablando” y los señala de protagonizar un triste espectáculo en el que “su enemigo histórico les fue a leer el catecismo”. La dirigencia panista está en lo suyo, buscando un candidato para Guadalajara que sea aliado y palero del PRI para llevar la elección a tercios e intentar ganarle a Alfaro. Qué triste y humillante el papel en que han sumido al PAN sus dirigentes, lo que contrasta con la grandeza, la generosidad de Don Efraín y con la valía y honestidad de la militancia panista que le dio dignidad a ese partido.