• En la valoración de la vida y obra de que Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo proponen revisar la lista de personajes que ocupan ese espacio de reconocimiento público.
Dos hechos históricos que a la luz de la modernidad resultan vejatorios, pero que fueron acordes a su tiempo y a su investidura, han impedido que Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, mejor conocido como el Obispo Cabañas sea parte de los hombres y las mujeres reconocidas por sus aportaciones al Estado en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
En eso coincidieron los participantes en la mesa de trabajo convocada por la Comisión del Cultura del Congreso del Estado, presidida por la Diputada María Antonieta Vizcaíno Huerta, con la finalidad de recabar su opinión para dictaminar sobre la iniciativa para nombrar Benemérito Ilustre a Cabañas y Crespo, promovida el 8 de diciembre de 2017 por el Ayuntamiento de Guadalajara.
En la mesa de debate participaron el Lic. Tomás de Híjar Ornelas, Cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara; Dr. Arturo Camacho Becerra, profesor investigador del Departamento de Historia del CUCSH; Mtro. Juan José Doñán, crítico y periodista; Dr. Jaime Olveda Legazpi, investigador del Colegio de Jalisco; Dr. Armando Martínez Moya, profesor investigador del Departamento de Historia del CUCSH; Dr. Efraín Franco Frías, presidente Consejo Estatal de la Cultura y las Artes; así como Joan Rodríguez, representante de la Secretaria de Cultura y presidenta de la Comisión para Honrar la Memoria de los Beneméritos.
Hubo coincidencia en cuanto a su legado en obras y acciones de beneficencia, así como en la aceptación de que la polémica para otorgarle el reconocimiento cívico se centra fundamentalmente en dos hechos históricos: haberse sumado a la ex comunión de Don Miguel Hidalgo y Costilla tras haber encabezado las degollinas de peninsulares en Guanajuato, Valladolid y Guadalajara; y haber ceñido con la corona del imperio mexicano a Agustín de Iturbide.
El cronista Tomás de Híjar pidió que la valoración de los méritos para ser considerado Benemérito Ilustre, no se convierta en una especie de juicio sumario de la memoria del Obispo Cabañas.
Consideró anacrónico juzgarlo a la luz de la “Historia de Bronce”, por tanto propuso hacer una pesquisa profunda respecto a lo que sí hizo por la grandeza de la ciudad al aproximarse los 200 años de su fallecimiento, en el 2024.
A favor de un justo reconocimiento resaltó su aportación como uno de los creadores de esta entidad federativa, al dar continuidad al trabajo de Fray Antonio Alcalde, promoviendo en su periodo de 30 años el desarrollo del oriente y el poniente de Guadalajara.
“Cabañas es el puente que une la obra de Fray Antonio Alcalde con la grandeza de Guadalajara y de Jalisco”, resumió.
En su intervención, el historiador Jaime Olveda estimó que incorporar a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres a un enemigo de la Independencia generará confusión ideológica, aunque reconoció que era lo correcto a su tiempo e investidura.
El académico Arturo Camacho destacó el importante papel del Obispo en el desarrollo urbanístico de la ciudad desde 1805, como introductor del estilo neoclásico, fundador del Hospital de Belén que fue tan moderno que sigue funcionando sin modificaciones notables y el enriquecimiento de la infraestructura eclesiástica.
“La dictaminación debe sopesar cuál es el mensaje cívico; ¿se reconoce el valor y las contribuciones en el sentido material o en el sentido de la enseñanza ideológica y política?”, cuestionó, además de considerar importante que se fomente el culto a los hombres ilustres, héroes o próceres.
El Doctor Efraín Franco Frías recomendó hacer una revisión de los “habitantes” de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y darle una sacudida, porque “ahí no están todos los que son ni son todos los que están”; y celebró que el Legislativo abra mesas de trabajo para valorar quiénes deben ocupar ese espacio de reconocimiento público.
Ambos expertos hicieron notar que en la Rotonda están, por ejemplo, los líderes obreros que son responsables del pulpo camionero que hoy padecemos.
“La Rotonda es un libro que muestra de manera sintética parte de esa visión de la historia y de la cultura, pero es tan bizarra, tan obtusa, que crea muchas confusiones. Elevar al pedestal de la Rotonda a Cabañas vendría a abonar a esta confusión, porque ante los hechos de la Historia él está al otro lado de”, expuso Franco Frías.
Basado en un análisis histórico, el académico Armando Martínez Moya dijo no encontrar ningún sacrificio o espíritu patriótico en Cabañas; tampoco para considerarlo héroe, mártir o promotor de los sentimientos mexicanos.
En su intervención, el crítico Juan José Doñán consideró que nada ganaría la gloria de Cabañas llevándolo a una Rotonda donde están “personajes de chile, dulce y manteca”, líderes charros y personajes que están representados hasta con humor involuntario –como el caso del Dr. Atl. quien está representado sin pierna izquierda, cuando realmente perdió la derecha-.
“Nuestra Rotonda es una suerte como de Corte de los Milagros. Habría que pensar si vale la pena y si pudiéramos hacer una sesión espiritista y preguntarle: Oiga, Don Juan, ¿quisiera usted estar al lado de esas dulces compañía?”, planteó Doñán.
Las aportaciones de dicha mesa serán consideradas para elaborar el dictamen que será votado en la Comisión de Cultura y posteriormente en el Pleno del Congreso, para determinar si se coloca o no una escultura suya en la Rotonda.