Movimiento Ciudadano rechaza la Reforma Energética por entreguista: Oswaldo Rodrìguez García

El pleno de la 62, aprobó por mayoría el dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales con la minuta proyecto de decreto por la que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de energía, remitida por la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión.  En el debate del dictamen, intervino en primera instancia el diputado J. Jesús Rangel de Lira, quien afirmó que “la minuta refleja la voluntad del presidente Peña Nieto. Pemex es entregado a los intereses privados nacionales y extranjeros”. Dijo que el Partido del Trabajo se opone a la privatización de la paraestatal, ya que tendrá serias implicaciones económicas, pues actualmente Pemex paga el 40% de los impuestos en este país, por lo que cuestionó de dónde saldrán los recursos para el gasto público.  En su oportunidad, el diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Fernando Muñoz López, afirmó que la modernización de PEMEX demanda urgentemente decisiones de gran calado y una clara visión del futuro promisorio que nosotros, “nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, disfrutaremos plenamente. Fijemos la vista en el siglo XXI”.  Asimismo, declaró: “Transformemos al país con acciones responsables, suficientemente competitivas, para afrontar los grandes retos que impone la economía globalizada; Las reformas a la Constitución son claras y puntuales. Sólo la visión radical, producto de la obtusa ideología más que de la lucidez en el análisis, impide ver el espíritu de las modificaciones”.  Tocó el turno al diputado en la tribuna al diputado Cuauhtémoc Escobedo Tejada, quien manifestó que “el PRD lamenta y condena cualquier forma de violencia para cualquiera de los ciudadanos del estado y del país, incluyendo a los legisladores, pero que también lamenta la actitud hostil del estado con el que hoy amaneció esta soberanía, pues estas no son las formas de un estado democrático”. El legislador del Partido Nueva Alianza, Salvador Dávila Montoya, señaló que el petróleo fue un impulsor de la economía en los años 50´s y 60´s, sin embargo en la actualidad ya no es rentable, y por eso “estamos convencidos de que debemos fortalecer el Estado mexicano, con una visión de futuro, aunque la reforma energética despierte pasiones, más no inteligencias”; el representante popular afirmó que con esta modificación, la industria petroquímica ya no se guiará por intereses políticos, porque ahora se apegará bajo las premisas de la productividad, señaló.  Por su parte, el legislador Oswaldo Rodríguez García, dejó en claro que su partido Movimiento Ciudadano rechaza tajantemente la Reforma Energética, “porque constituyen la entrega del subsuelo mexicano, el patrimonio de nuestros hijos, a intereses nacionales y extranjeros, es la consumación del gobierno a unos cuantos, siguiendo la política de Washington, dejando la economía del país a merced de políticas extrañas”.  Al hacer uso de la voz, el legislador del Partido Verde Ecologista de México, Gilberto Gutiérrez Gutiérrez, refirió que el país importa el 30 por ciento del gas que se consume en los hogares, y otros productos petroquímicos son comprados en el extranjero. Ejemplificó que países como Brasil y Colombia modificaron su marco legal para que empresas extranjeras especializadas pudieran realizar trabajos de extracción en aguas profundas, y con ello se origine la producción de “mejores fertilizantes en beneficio del campo”.  Marco Arturo Delgado Martín del Campo cuestionó a sus homólogos si están conscientes de la mayoría los respalda, ¿por qué no quieren una Consulta Ciudadana, la privatización de PEMEX “sí beneficia, pero sólo a los extranjeros y a quienes se apropiarán  de la empresa hasta hoy paraestatal”. Obedecerá a los intereses de mis representados, “y no a intereses mezquinos, por ello apelo a su conciencia que la Patria se los reclame”.  Luego de que fue sometida a votación la minuta, ésta recibió la aprobación de los grupos parlamentarios del PRI-PVEM, PAN y Nueva Alianza (23 votos), mientras que obtuvo la negativa de los diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano (4 votos), por lo que quedó aprobada por mayoría.