En México se trabaja mucho y se gana poco. La mano de obra del trabajador mexicano vale tan poco para nuestros gobernantes que no les importa la pobreza extrema de millones de empleados que se desviven en sus trabajos para poder proveer a sus familias con los servicios y productos básicos para sobrevivir en el país.
Para todos esta problemática representa una injusticia ya que en otros países de América Latina cuya economía es menor a la de México el salario mínimo es mucho mejor.
Todos estos factores se acentúan con la situación actual: la canasta básica sube, el combustible sube, los impuestos suben y crean otros nuevos, pero el salario es el mismo. Tenemos mano de obra de calidad, somos un país autosuficiente y trabajador, la injusticia está a flor de piel.
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