El proceso electoral que inicia no es solo una contienda entre partidos; es también una contienda entre ciudadanos libres: Movimiento Ciudadano

Señor Presidente.
Señoras y Señores Consejeros Electorales Consejeros del Poder Legislativo Representantes de los Partidos Políticos Señoras y señores: 

El diagnóstico es preocupante: “...es evidente que prevalecen condiciones que impiden la consolidación de una vida plenamente democrática y el ejercicio cabal de los derechos ciudadanos. Factores como la pobreza y la desigualdad; la persistencia de prácticas autoritarias y clientelares; la desconfianza en las instituciones; así como las amenazas a la seguridad pública, vulneran la condición ciudadana de los mexicanos e impiden el afianzamiento de una sociedad libre, justa y equitativa.”

He citado textualmente algunas líneas del Informe-País sobre la calidad de la Ciudadanía en México, elaborado por el entonces Instituto Federal Electoral con la colaboración de El Colegio de México, y dado a conocer a la opinión pública en abril último por este Instituto Nacional Electoral.

Por eso, cíclicamente cada vez que inicia un proceso electoral federal, es obligado reflexionar responsablemente sobre el camino andado y lo que aún falta por avanzar en pos de la democracia plena a la que aspiran, desde hace décadas, millones de mexicanos.

Una vez más nos enfrentamos a una realidad que está muy lejos de satisfacer a la ciudadanía. La voluntad popular sigue siendo manipulada para subordinarla a intereses cupulares; la élite que gobierna en México ha consolidado su estratégica red de acción: la urdimbre va de los grandes consorcios nacionales e internacionales, al poder público y a los poderes fácticos.

La partidocracia cortó de tajo la posibilidad de que los ciudadanos pudieran participar en los procesos electorales sin necesidad de un partido político. Las candidaturas independientes lo único que garantizan es que el ciudadano tenga todo en contra para poder registrarse como candidato.

Sin un partido los ciudadanos libres no tendrán ni los derechos, ni los recursos, ni la representación necesaria para competir.

Algunos actores políticos, no quieren que la democracia electoral sea una contienda entre los mejores mexicanos y sus causas; quieren que la contienda sea entre quién tiene más recursos y es capaz de desacreditar a su adversario con mayor rapidez y efectividad. Se ha decidido sustituir el debate de las ideas y la exposición de propuestas por una desmedida mediatización de imágenes.

Cómo se va a garantizar la transparencia en el manejo de los recursos destinados a las campañas ni impedir su uso indebido, si no se han tomado decisiones que impidan las prácticas clientelares ni el empoderamiento de poderes fácticos; porque no se privilegia la discusión ni las propuestas sobre la capacidad de acarreo y despilfarro; porque no se han creado mecanismos para realmente evitar que algunos candidatos hagan mal uso de recursos públicos o peor aún, usen recursos de origen desconocido.

En Movimiento Ciudadano tenemos muy claro que el proceso electoral que hoy inicia no es solo una contienda entre partidos; es también una contienda entre ciudadanos libres, y organizados para cambiar la historia de México.

La elección del 2015 será entre quienes creemos que México necesita un verdadero Estado de Bienestar, construido desde trasparencia, eficiencia y responsabilidad y quienes han votado a favor de más impuestos para todos los mexicanos y privilegios para unos cuantos.

La elección del 2015 será entre quienes creemos que los recursos naturales deben explotarse en beneficio del desarrollo sustentable de la nación, con responsabilidad hacia las próximas generaciones y quienes han entregado los bienes de México a intereses de corporaciones trasnacionales que serán imposibles de regular.

En este escenario en el que la democracia está en desventaja, Movimiento Ciudadano se pondrá del lado correcto: el lado de los ciudadanos.

Que por fortuna, hoy como nunca son más críticos y plurales, más exigentes y mejor informados, además demandan autoridades e instituciones más comprometidas con sus necesidades y reclaman voz y presencia para las minorías que exigen participación genuina en las decisiones que les afectan.

Bajo ese contexto, hacemos votos por la apropiada y eficiente conducción de este proceso con apego a la ley y en el orden que ella establece para cada una de sus etapas; por unos comicios ejemplares, que sean una experiencia formativa que ilustre y enriquezca la todavía incipiente vida democrática de México.

Devolvamos dignidad a la política. Y más allá todavía: veamos en este proceso electoral la gran oportunidad para fortalecer la credibilidad en las instituciones, y con ello la legitimidad ciudadana, base esencial de cualquier democracia.

Es indispensable asegurar, y también asegurarle a la sociedad civil, la autonomía de los órganos electorales. Sobre ellos recae la gran responsabilidad de preservar los principios de legalidad, imparcialidad y estricta equidad.

Movimiento Ciudadano mantendrá la conducta que siempre lo ha distinguido: Por ello, en elemental congruencia, ratificamos el más amplio respeto a las decisiones y a la actuación del Consejo General del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Gracias.  

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