23 de Noviembre 2015
MONTERREY.- En menos de una década, la temperatura promedio de los estados del Norte de México podría incrementarse, lo cual supondría riesgos alimentarios, de seguridad y migración para la población de estas entidades.
El reporte sobre seguridad, migración y cambio climático de la organización Royal United Services Institute (RUSI), señala a Baja California y Chihuahua como los estados más vulnerables por el aumento en las temperaturas y la escasez de agua.
Señala que otras entidades como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas son evidencia de cómo el cambio en el clima puede afectar gravemente a la población, al citar lo sucedido con el huracán Alex en el 2010.
“En términos de migración por cambio climático, los impactos de este fenómeno en la agricultura y otros temas relacionados al agua, serán los principales impulsores de la migración, impactando la economía local y el sustento de familias agrícolas y sus empresas”, indica el estudio.
En este sentido, el Programa de Acción para el Cambio Climático del Estado (PACC), señala que hacia el 2020 la temperatura en al menos el 90 por ciento del territorio estatal, donde las regiones como Lampazos, Bustamante, Mina, Villaldama y Salinas Victoria tendrían un aumento de 0.5 grados centígrados.
Y señala que la agricultura de la región puede verse afectada, principalmente los cultivos de papa, maíz y cítricos de municipios como Aramberri, Galeana y Montemorelos.
Asimismo, el PACC prevé un incremento en las precipitaciones de entre el 6 y 10 por ciento en al menos el 65 por ciento de la superficie de Nuevo León.
El documento de RUSI añade, a manera de ejemplo de los estragos que tiene el cambio climático en México, que en la sequía del 2011 Nuevo León se encontró entre los estados más afectados, junto a Durango, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y Guanajuato.
“La frecuencia e intensidades de desastres naturales relacionados al clima ha aumentado en un 42 por ciento desde los años 80, y un 82 por ciento de éstos están actualmente relacionados al clima”, añade el estudio.
Y concluye al señalar que el cambio climático impactará la capacidad de la gente para satisfacer sus necesidades básicas, especialmente aquellas personas cuyo sustento depende de sectores sensibles al clima, como la agricultura y la pesca.
“Los impactos del clima no afectarán a todos por igual, y esto tiene el potencial de agravar las divisiones y tensiones sociales. Acrecentará los retos existentes relacionados a la gobernanza y a la capacidad institucional, lo cual aumentará la demanda de respuestas ante desastres y recuperación, así como de implementaciones de medidas adaptativas”, concluyó.