La deuda pública creció en los últimos años hasta alcanzar un nivel sin precedente y la previsión es que siga en aumento. Al final de la actual administración federal su monto superará 50 por ciento del valor de los bienes y servicios producidos por la economía nacional, anticipó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cuando concluya 2015, la deuda pública llegará a 9 billones 380 mil millones de pesos y será equivalente a 51.9 por ciento del producto interno bruto (PIB), calculó el FMI, en un reporte especial sobre la economía mexicana.
En los años recientes la deuda pública mexicana ha ido en aumento, medida en proporción al tamaño de la economía.
Al comenzar la actual administración gubernamental, en diciembre de 2012, fue equivalente a 49.8 por ciento del PIB, que significaban 7 billones 770 mil 294 millones de pesos, de acuerdo con el valor de la economía mexicana calculado por la Secretaría de Hacienda para ese año.
El renglón de deuda pública incluye los pasivos a cargo del gobierno federal, los adquiridos por empresas como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, los de la banca de desarrollo y aquellos relacionados con las obligaciones pensionarias exigibles para cada ejercicio.
La deuda pública y la capacidad del gobierno federal para hacer frente a las obligaciones relacionadas con esos pasivos forma parte de un apartado de la revisión anual que el FMI hace de la economía mexicana, cuyos resultados fueron divulgados el martes pasado, como parte del artículo cuarto del convenio constitutivo del organismo.
En el periodo comprendido entre 2004 y 2012 la deuda pública fue equivalente a 41.2 por ciento del PIB, en promedio. Para 2013, primer año de la actual administración federal, subió a 46.4 y se incrementó a 9.8 por ciento del PIB en diciembre de 2014, de acuerdo con el FMI. A partir de 2015 el endeudamiento del sector público se elevó a 51.9 por ciento del PIB, según datos del organismo.
La previsión del FMI es que la deuda, medida en proporción con el tamaño de la economía, crezca a 51.9 por ciento en 2015; a 52 por ciento en 2016; 52.2 por ciento en 2017, y 52.2 por ciento en 2018, último año de la actual administración federal.
El valor de la deuda es relevante sobre todo por la cantidad de recursos que requiere para financiar el pago de su servicio, esto es, del capital y los intereses.
De acuerdo con la proyección del FMI, en 2014 las necesidades de financiamiento relacionadas con el pago de la deuda pública fueron equivalentes a 13.6 puntos del PIB, cantidad que disminuirá a 10.8 por ciento en 2015. Aun con la reducción es un monto, respecto del tamaño de la economía, comparable a los recursos que invierte el Estado en desarrollo social (renglón que incluye educación, salud, protección al medio ambiente, recreación, protección social, entre otros), que en 2015 fueron de 2 billones 150 mil 995 millones de pesos, 11 por ciento del PIB de ese año, según datos de la Secretaría de Hacienda.
El FMI considera que la deuda del sector público es sostenible, es decir, que el pago de intereses y capital es viable en el sentido de que el Estado está en condición de generar los recursos para cubrir el servicio