Autor:
Redacción
25 de noviembre 2015
Organizaciones internacionales y nacionales, además de especialistas, destacan que la inequidad educativa es el factor principal de la desigualdad económica, pues trae consigo consecuencias negativas en el mercado laboral. Sin embargo, México es el país que menos recursos destina a este rubro.
Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).– A pesar que “la falta de educación de calidad es la forma más poderosa de exclusión social”, en palabras del Secretario General de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, México es el país del organismo que menos gasta por cada estudiante.
De acuerdo con el reporte Panorama de la Educación 2015, “México gasta un porcentaje de su PIB [Producto Interno Bruto] en educación similar al de otros países de la OCDE, pero el gasto por estudiante es aún bajo en términos absolutos”.
El gasto de México en educación primaria a terciaria como porcentaje del PIB se elevó de 4.4 por ciento en 2000 a 5.2 por ciento en 2012; sin embargo, si éste último “se distribuye por el número de estudiantes, da como resultado que México tiene el gasto más bajo”, afirmó la directora del gabinete de la OCDE, Gabriela Ramos.
“En 2012, México gastó 3.9 por ciento de su PIB en instituciones de educación primaria y secundaria (un poco por encima del promedio de la OCDE de 3.7 por ciento que incluye también las instituciones de educación postsecundaria no terciaria) y 1.3 por ciento del PIB en instituciones de educación terciaria (un poco por encima del promedio de la OCDE de 1.5 por ciento)”, planteó el informe.
En ese contexto, el estudio Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y Aprendizaje (ECEA) afirmó que “no hay igualdad ni equidad en la oferta educativa [en el país]. Las escuelas en contextos más pobres son las que tienen, en mayor proporción, condiciones más precarias, ofreciendo menores condiciones de bienestar y oportunidades de aprendizaje”.
Todo ello, refleja el estudio, tiene una enorme influencia en el mercado laboral, porque los adultos con un nivel educativo más alto “tienen más probabilidades de estar empleados que los adultos con menos educación”.
De hecho, las tasas de empleo son de 5 a 9 puntos porcentuales más altas para los adultos con educación terciaria que para los adultos con sólo educación media superior.
De acuerdo con un nuevo informe de la OCDE, los gobiernos deben incrementar sus esfuerzos para combatir la persistente desigualdad en la educación y mejorar la eficiencia de sus sistemas educativos para garantizar que todo niño, cualquiera que sea su entorno, tenga la posibilidad de alcanzar plenamente su potencial y beneficiarse de una buena educación.
INEQUIDAD DE RECURSOS
El gasto público en el sector educativo ha tenido un aumento de 7 mil 585 millones de pesos del presupuesto del 2005-2016, de acuerdo con diputados. Sin embargo, se tienen problemas en la calidad de la enseñanza porque el 97.98 por ciento de los recursos se destinan al gasto corriente y tan sólo 2.2 por ciento se consigna a su desarrollo.
En educación básica, explicaron legisladores durante “Evaluación del Gasto Educativo en México”, se le asignan cerca de 434 millones de pesos, y en educación superior 118 millones de pesos, lo que evidencia que el gasto público es regresivo.
John Scott Andretta, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), destacó que la desigualdad educativa es el principal determinante de la desigualdad económica, por lo que es necesario que la calidad en el ejercicio del gasto educativo esté orientado a lograr la igualdad de oportunidades en el acceso a la enseñanza.
El especialista aseguró que para abatir el rezago educativo, es necesario aumentar el gasto educativo y que sea asignado a quien más lo necesita.
Para el próximo año, el Presupuesto de Egresos recortó para el Ramo educativo un monto de 2 mil 70 millones 587 mil 863 pesos, pese a que los legisladores consiguieron aumentar los recursos por 5 mil 126 millones 788 mil 249 pesos del Proyecto que había presentado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De acuerdo con la Medición de la Pobreza 2014 del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los estados con mayor número de personas con rezago educativo fueron el Estado de México, Veracruz y Chiapas; es decir, entidades con índices de pobreza más altos.
En términos porcentuales, las entidades con mayor atraso educativo son Chiapas con 30 por ciento; Veracruz, 27.8, y Michoacán con 27.6 por ciento.
Al respecto, el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE) coincidió que el Estado tiene el desafío de asegurar que en todas las escuelas se desarrolle la enseñanza y el aprendizaje en condiciones de respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales de las personas.
LA EDUCACIÓN EN MÉXICO
Gabriela Ramos destacó que el país ha seguido avanzando en la implementación de la Reforma Educativa, pero otros países, entre ellos algunos latinoamericanos, están avanzando a mayor velocidad en el objetivo de incrementar el nivel educativo de la población.
“Debemos seguir impulsando estos esfuerzos y hacer de la educación la gran prioridad nacional, no sólo del gobierno sino de la sociedad en general”, dijo.
En México, las tasas de matriculación en educación media superior y el porcentaje de población que ha alcanzado dicho nivel educativo han aumentado, pero los niveles aún son bajos comparados con otros países de la OCDE y países asociados.
De 2005 a 2012 la población de 25 a 34 años en México que había alcanzado la educación media superior aumentó en 8 puntos porcentuales, de 38 a 46 por ciento. No obstante, este porcentaje es mucho menor que el promedio de la OCDE de 83 por ciento. Sólo uno de tres adultos de 25 a 64 años de edad alcanzó ese nivel de educación.
Los adultos con niveles educativos más altos en México tienen más probabilidades de estar empleados que los adultos con menos educación. Además, los ingresos relativos de los graduados aumentan con el nivel educativo, aún más en México que en la mayoría de los países de la OCDE.
En materia de igualdad, las mujeres mexicanas están equitativamente representadas en todos los niveles de educación terciaria, incluido el nivel doctoral, donde en 2013 casi la mitad de nuevos graduados fueron mujeres. Sin embargo, el porcentaje de mujeres jóvenes NI-NI (ni en empleo ni en educación) aún es considerablemente mayor que el de los hombres.
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