Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).- La versión del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) acerca que no hubo un incendio en el basurero de Colula los días 26 y 27 de septiembre de 2014 en el caso Iguala es avalada por estudios realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien los elaborara a petición de la Procuraduría General de la República (PGR), según información del periódico Reforma.
Los reportes elaborados por el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y el Instituto de Geología de la UNAM refutan la versión del entonces Procurador Jesús Murillo Karam, su llamada “verdad histórica” que sostenía que los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos habían sido incinerados en el basurero de Colula.
El CCA investigó sobre las condiciones ambientales analizando las estaciones climatológicas y meteorológicas del Servicio Meteorológico Nacional, el pronóstico numérico operativo del CCA, la precipitación estimada mediante satélite e imágenes de infrarrojo GOES registradas los días 26 y 27 de septiembre de 2014 en los municipios de Iguala y Colula, en Guerrero.
El Centro de Ciencias analizó información satelital de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) y de Comisisón Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio), instituciones que monitores incendios.
“Con la información presentada en este documento se puede concluir que sí llovió en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014 y que no se detectó un incendio en la población de Cocula durante los mismos días”, señala en documento presentado a Reforma.
El reporte detalla que la estación automática del SMN ubicada en Iguala registró lluvia con una precipitación acumulada de 5.3 milímetros entre las 23:40 horas el 26 de septiembre y a las 4:40 horas del día 27. Además, indica una precipitación el 27 de septiembre en de la 1:00 y las 4:00 horas.
La NOAA y la Conabio muestran un incendio en el estado de Guerrero en las fechas señaladas, sin embargo no corresponde a la zona de Colula.
En tanto, el Instituto de Geología analizó 14 muestras de roca y suelo para investigar si hubo alguna alteración, cambios estructurales o mineralógicos relacionados a cambbios de temperaturas y concluyó que sí hubo una exposición a calor entre 200 y 400 grados centígrados, pero sin alcanzar temperaturas superiores a 800 grados.