La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) informó recientemente que México es el único país de la región donde el salario mínimo está por debajo de la línea de pobreza. Por ello, expertos y miembros de partidos políticos piensan que el salario mínimo en el país necesita ser más equitativo, ya que existe una gran brecha entre quienes ganan aproximadamente 60 centavos de dólar la hora y los representantes de la alta burocracia como el presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), Basilio González Núñez, quien este año ganará cerca de 2.8 millones de pesos.
En una crítica que The Economist hizo al ingreso mínimo, de aproximadamente 66 pesos diarios, calculó que para ganar lo que González Núñez percibirá en 2014, un mexicano promedio tendría que trabajar 116 años. “Es irónico, teniendo en cuenta que durante 23 años ha sido presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos. Durante ese tiempo el salario mínimo se ha reducido en un 43 por ciento después de considerar la inflación”, indicó el semanario inglés.
Los salarios que la Conasami estableció y dio a conocer el primero de enero del año en curso, no son suficientes para vivir, según refieren los datos de la CEPAl. De la lista de trabajos que publicó la dependencia, los que tienen el sueldo más bajo son: manejador de granja avícola (83.97 pesos), vaquero, recamarero y empleado en tiendas de autoservicio (85.05 pesos) y vendedor de mostrador (85.33). El primer empleo al mes recibe 2 mil 603.07 pesos, el segundo percibe 2 mil 636.55 pesos y el último 2 mil 645.23 pesos. Estos trabajadores que ni siquiera reciben el salario mínimo establecido, ni siquiera se acercan a los 6 mil pesos.
SinEmbargo se dio a la tarea de entrevistar a seis personas de diferentes regiones del país que reciben este sueldo para tener un poco más de conciencia y conocer de manera muy remota, a través de su propia experiencia, qué es vivir al límite. A continuación las historias de estas personas que ganan el mínimo.
Julia Velázquez Pérez
Edad: 41 años
Lugar donde vive: Distrito Federal
Ocupación: Obrera
Sueldo: 66.66 pesos diarios
“Vivo en mi casa del Infonavit que estoy pagando. Trabajo en un fábrica donde hacemos plásticos, principalmente bolsas, de 8 de la mañana a 6 de la tarde. Gano mil pesos a la quincena. No nos dan prestaciones, ni tenemos Seguro Social, no tenemos nada. Y cuando me pagan, lo que hago es comprar la comida, ir al mercado y buscar qué comer, ya después lo que haga falta, porque tenemos un mal hábito de comer tres veces al día. Mi hija y mi hermano dependen de mi. Y por supuesto que no es justo lo que me pagan, pero no hay fuente de empleo ¿Y qué hacemos? Lo que me pagan no alcanza para vivir, se pasan muchas carencias, pero no queda de otra más que aceptarlo de esa manera. Tengo que vender dulces, chicharrones preparados y lo que se pueda afuera de mi casa para poder completar lo de la quincena.
Ve uno la tele y desgraciadamente los gobernantes con sus nuevas reformas dicen que están ayudando a la gente, pero yo no veo nada nunca, yo lo único que veo es que hay más carencia, más necesidad, entonces yo no sé a dónde nos quiera llevar el Presidente. Hacen una rueda de prensa y dice: ‘voy a ayudar a las mujeres y madres solteras y les voy a cobrar 500 pesos semanales para darles una casa ¡Hágame el favor! Si mensuales no podemos pagar ese dinero, ahora imagínese semanales. Uno dice ¿y la ayuda, dónde está?”
Rosa Blanca Ramírez
Edad: 42 años
Lugar donde vive: Ixtapaluca, Estado de México
Ocupación: Costurera
Sueldo: 140 – 200 pesos diarios
“Trabajo en un taller de costura, de lunes a viernes de 7 de la mañana a 6 de la tarde. Muchas veces, cuando hay más trabajo, nos hacen quedarnos un poco más de tiempo. Si trabajamos extras nos dan mil pesos a la semana, si no aproximadamente 700 o 800, el sueldo es variado. Lo que me pagan lo ocupo en la educación de mis hijos y la comida. No creo que es justo lo que me pagan porque es muy matado, termino muy cansada, con dolor de espalda y vista cansada. En el taller utilizamos la máquina de coser y bordamos al mismo tiempo vestidos de noche. Con lo que me pagan no me alcanza para vivir, paso muchas carencias y en realidad nosotros no vivimos, sobrevivimos.
Mis dos hijos dependen de mi, nadie más aporta en mi hogar. La casa en donde vivo primero la sacamos con toda la ilusión del mundo porque pensamos que iba a ser para toda la vida, pero lamentablemente con el sueldo que tengo, como soy madre soltera y caí en cartera vencida, estoy ahí hasta que me lo permitan, porque estoy consciente de que el día de mañana me van a sacar de mi casa, bueno, no es mi casa, está hipotecada. La dejé de pagar por lo mismo: o comían mis hijos o pagaba casa. Si no me alcanza su sueldo, le recortamos.
Si tengo que comer frijoles toda la semana, pues comemos frijoles. O me voy a lavar ajeno o le ayudo a las señoras a hacer otro tipo de actividades, es decir, planchar o lavar ajeno para sacar un poco más. No sé cuánto debería de ganar, porque el que tiene estudios puede ganar más, pero uno que no tiene estudios, no cuenta con nada de eso, pues nos limitamos a lo que nos den mientras tengamos y nos permitan trabajar. Mi trabajo debería de estar mejor remunerado porque tan sólo con ver un vestido de noche en cuánto lo están vendiendo en una tienda de aparador y cuánto nos pagan a nosotros. Lo están vendiendo alrededor de más de 3 mil 500 pesos, he visto mi trabajo ahí en el Centro, ¿cuánto nos pagan a nosotros, a todas las empleadas? En una venta hasta les sale sobrando. Yo creo que no valoran nuestro esfuerzo ni nuestro trabajo, sin embargo yo no podría decir cuánto podría ganar porque hasta para eso soy ignorante, no sé calcularle, pero yo creo que sí, un poco más. Los patrones o la gente que nos explota de esta manera necesita concientizarse un poco más en que somos madres de familia, no tenemos un apoyo o un esfuerzo extra que nos pueda apoyar. Ese sería mi mensaje abierto hacia esas personas que nos explotan.”
Dulce Hernández Cornelio
Edad: 25 años
Lugar donde vive: Tlacolula, Oaxaca.
Ocupación: Vendedora
Sueldo: 67 pesos diarios
Texto por Dulce Hemilse Hernández Matías
“Soy empleada de una tienda de ropa de bebé y de dama. La casa donde vivo es prestada y tengo tres hijos de 6, 7 y 8 años que estudian la primaria, primero, segundo y tercero. Cuando me pagan, lo primero que hago es comprar la comida, lo que necesiten mis hijos y lo demás lo utilizo para pagos. No creo que sea justo lo que me pagan por mi trabajo, porque soy responsable de dos locales y de la mercancía que falte, también hago los depósitos de mi jefa.
Trabajo todos los días, de Domingo a Domingo. No me alcanza con lo que me pagan, paso muchas carencias porque realmente lo que gano no es mucho y mis gastos son demasiados. Creo que si ganara por lo menos unos 120 pesos diarios saldría de mi crisis.”
Rosa Hernández
Edad: 40 años
Lugar donde vive: Culiacán, Sinaloa.
Ocupación: Afanadora
Sueldo: 89.73 pesos diarios
Texto por Marcos Daniel Vizcarra Ruiz
“Trabajo como peón del Ayuntamiento, me toca limpiar la plazuela Álvaro Obregón, que está junto a la Catedral de Culiacán. Cuando me pagan lo primero que hago es apartar para el lunch de mis hijos y dar los abonos a los que les debo y ahí se acabó.
Tengo dos hijos, uno de 4 años en kínder y otra de 13, que va en secundaria, y soy madre soltera. No creo que sea justo lo que me pagan por lo que trabajo, pero aquí trabajas un tiempo y depende de cómo ellos te vean si tú te mereces subir otro escalón y poco a poco uno va llegando a agarrar la base, porque tenemos muchos beneficios. Con mi sueldo me la paso como cualquier persona, no me mantengo de esto nada más, también le busco limpiando casas, no nos alcanza en realidad el sueldo, los 80 pesos diarios que nos pagan no nos alcanza pero tengo otros trabajos, no dependo nada más de esto. Gano mil 346 pesos a la quincena. Pienso que debería de ganar unos 200 pesos diarios para sobrevivir, que es 100 para la comida y 100 para otras cosas. Lo he vivido, lo estoy viviendo pero no es por el Ayuntamiento, es porque vendo bolsitas de tomate, porque voy y limpio una casa, porque soy bien luchona, mi madre me enseñó a ser luchona y a salir adelante.”
Raul Uriarte
Edad: 33 años
Lugar donde vive: Cualiacán, Sinaloa.
Ocupación: Comerciante
Sueldo: 85 pesos diarios
Texto por Marcos Daniel Vizcarra Ruiz
“Soy comerciante, vendo nieves. Lo que hago con mi salario es cubrir el gasto diario, que es el camión y la comida y no me alcanza. Tengo tres hijos, uno de 6, la otra tres y una de un año y mi esposa que también trabaja y ni así alcanza. Gano al día 85 pesos y no es justo lo que me pagan por mi trabajo, sobre todo por las horas que laboro que son entre 10 y 12 horas al día. Estudié hasta la secundaria. Con lo que uno gana se vive a medias porque cada día hay más pobreza, todo sube y el sueldo no, entonces no alcanza, sube el camión, sube la gasolina, sube la canasta básica.
Si no me alcanza, soy mesero, a veces laboro de noche, en fiestas, eventos y sin embargo, así, medio alcanza. Para mi un sueldo fijo, el ideal, serían 200 pesos para poder sobrevivir para la vida que hay ahorita, que son dos camiones para mis hijos, dos para mi y dos para mi esposa y lo demás para el gasto familiar. Deudas siempre hay, con esta crisis nunca va a dejar de haber deudas porque todo va para arriba.”
Valentina Márquez
Edad: 19 años
Lugar donde vive: León, Guanajuato.
Ocupación: Vendedora
Sueldo: 85.71 pesos diarios
Texto por Javier Alejandro Bravo López
“Estoy como empleada en una tienda de abarrotes atendiendo gente. Cuando me pagan, lo que hago es ahorrar la mitad y lo demás se me va en los camiones y en mis gastos personales, como ropa, zapatos y comida. Me pagan 600 pesos a la semana y no es justo porque es horario corrido, de 9:30 de la mañana hasta las 8 de la noche y todos los días tengo que estar de pie. Me las veo negras con lo que gano, porque a veces no puedo comprarme mis cosas.
Mis papás a veces me apoyan pero no mucho. Si no nos alcanza a mi ni a mis papás, muchas veces nos vamos a los tianguis a vender ropa. Creo que con dos mil pesos la haría, se me va todo en los camiones y las comidas, y con esa cantidad sería bueno para solventar mis gastos y lo que como.”