El 7 de junio los electores votaron más allá del pronóstico anunciado, se esperaba un alto abstencionismo. No fue así.
Se debe a que se dieron varias sorpresas, se impuso un candidato independiente en NL, El Bronco. Las otras novedades las dieron Morena en el DF y Movimiento Ciudadano (MC) en Jalisco. AMLO nunca dejó de estar en campaña y su voto “cautivo” en la ciudad no le falló, estaba anunciado.
La sorpresa doble fue MC en Jalisco, se fue perfilando un tsunami naranja en un estado donde se presumía la hegemonía del tricolor. MC ganó de manera contundente y su agenda pone a temblar a más de uno: cero tolerancia a la corrupción y, agregaríamos, la búsqueda de un modelo de seguridad que enfrente al crimen organizado. Se requerirá revisar no sólo el modelo instrumentado hasta ahora por los gobiernos estatal y federal, sino también la búsqueda de un modelo y estrategia para que, en un esquema de coordinación entre los diversos órdenes de gobierno, se entreguen resultados.
¿Quién lo hizo posible? Dante Delgado. Fundador y líder de Movimiento Ciudadano, es difícil de definir. ¿Pragmático o innovador? Ha logrado posicionarse y persistir como opositor político por más de 15 años. Pese a los esfuerzos por detenerlo, reprimirlo o cooptarlo, destaca su consistencia como disidente al régimen y a lo que él llama “la perversión de la vida pública y de la política del país”. El árbol genealógico de su trayectoria hubiera apuntado a constantes acomodos en la “franja de confort” del PRI. Cuando rompe con Ernesto Zedillo, por mantener la paz y el desarrollo en Chiapas, determina salirse de la disciplina y las reglas no escritas de la movilidad política de su entonces partido. En consecuencia, Dante enfrenta todavía uno de los últimos coletazos autoritarios del dinosaurio, es injustamente encarcelado por su osadía rupturista.
Siempre entregado a su trabajo, no descansa y abre su proyecto a personajes que construyan un frente opositor capaz de tomar el poder y el cambio que lo guía y motiva. Sufre decepciones y traiciones, pero su personalidad resiliente lo mantiene de pie.
Personajes van y vienen; su distanciamiento con AMLO se da a partir de que éste funda Morena. Dante no “rompe” completamente con él, pero parece que Andrés sí. Su visión para buscar la auténtica alternancia y fortalecer a Movimiento Ciudadano rumbo a 2018 lo lleva a ejercitar una nueva fase de apertura hacia la ciudadanía y ciertos personajes. Así, construye las bases del actual eslabón que le hacen dibujar una estrategia de crecimiento del proyecto. Invita a la exsenadora María Elena Orantes a contender por la gubernatura de Chiapas y a Enrique Alfaro por la gubernatura de Jalisco, actual presidente municipal electo de Guadalajara.
Con la bandera de ciudadanizar la política y abrir las candidaturas a ciudadanos libres, sin necesidad de afiliarse, Dante lanzó en 2011 el nuevo proyecto. A cuatro años los resultados: más de 6% de las preferencias electorales, 26 diputados federales al Congreso, múltiples ayuntamientos y diputados locales, todo sin alianza. El proyecto pasó la prueba y se constituye en la fuerza progresista de mayor crecimiento. Su entereza lo puede poner en la lucha por 2018, y dos son las tareas: construir la base de la reconciliación progresista y mantener el ritmo de trabajo y consistencia de MC, que ya es una alternativa. Mientras no logre lo que se propone, una transformación del régimen, será un opositor que no se doblega y que no descansará hasta lograrlo. Ahora su atención inmediata, las elecciones en Chiapas, la designación del coordinador de la bancada naranja, donde tendrá que valorar el compromiso o la experiencia legislativa y continuar con el ritmo de crecimiento de MC rumbo a 2018.