Autor:
Clara Scherer
La plena participación y el liderazgo de las mujeres en pie de igualdad con los hombres ya no es una opción.
El Foro “Desafíos de las mujeres en Movimiento”, realizado en esta ciudad el jueves y viernes 27 y 28 de febrero, fue una experiencia inédita para mí. Cerca de 400 ciudadanas se reunieron para escribir las bases de una agenda por la igualdad, que deberá cumplir la dirigencia del partido Movimiento Ciudadano.
Ejercicio democrático importante, en primer lugar, porque todas tuvieron la oportunidad de expresarse. En segundo, porque la práctica para llegar a acuerdos se fue construyendo desde cada mesa, donde diez personas tenían que redactar una propuesta resultado de consenso y luego, someterla a votación de todas las presentes. Una vez proporcionada la información básica, ellas discutían qué y cómo hacer para que la desigualdad entre mujeres y hombres al interior de su agrupación política disminuya.
Estuvieron ciudadanas de todas partes de la República, de muy diversas edades, con distintos grados de escolaridad, pertenecientes algunas a pueblos originarios de México, seguro que con distintas creencias religiosas. Es decir, la pluralidad femenina del país, de alguna manera denunció las prácticas poco democráticas que aún se conservan en este instituto y mejor, propuso vías para superar la desigualdad.
Fueron 17 líneas programáticas las que acordaron. La prioridad: cuidar que las leyes secundarias de la Reforma Política ya aprobada, no signifiquen retroceso alguno en los avances logrados y que la paridad acordada refleje la igualdad sustantiva, como lo estipula la CEDAW: igualdad de oportunidades, igualdad de trato e igualdad de resultados.
Para ello, las responsabilidades familiares y el trabajo doméstico deberán reorganizarse y repartirse entre las personas que convivan en un hogar, y el partido, apoyar con diferentes medidas. Estas acciones son muy importantes, pues éste es uno de los obstáculos para las mujeres.
No dejaron del lado el importante aporte que han hecho las mexicanas a la economía nacional, pero tampoco dejaron de señalar la desigualdad salarial que aún existe. La precarización del empleo femenino sigue siendo realidad en México, y es muy importante que cada partido político busque diversas medidas para solucionarlo. Movimiento ciudadano ya está en ello.
Dante Delgado, en la clausura, destacó que es importante empezar a construir un mundo más justo y que sólo con el compromiso de mujeres y hombres por la igualdad, se garantiza la fortaleza del sistema democrático que anhelamos.
Idea central fue la de que no se puede exigir afuera del partido, lo que no se está dispuesto a hacer dentro del mismo. Es decir, “no ser candil de la calle y oscuridad en la casa”. Ejemplo digno de imitación por las otras agrupaciones políticas.
Se hizo además, el compromiso de someter a revisión, en un año, el avance en el cumplimiento de la agenda, producto de los cuatrocientos talentos femeninos reunidos.
Como insistentemente ha reiterado ONU Mujeres: “La plena participación y el liderazgo de las mujeres en pie de igualdad con los hombres ya no es una opción; es una necesidad urgente”. Este primer paso de las ciudadanas militantes de esta agrupación política es una excelente respuesta al desafío.
*Licenciada en pedagogía y especialista en estudios de género
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