Asamblea Legislativa del Distrito Federal
Ciudad de México
10 de julio de 2014
Línea 12: las manipulaciones de Ortega
Dip. Cuauhtémoc Velasco Oliva
Desde el 12 de marzo pasado, día en que fue suspendido el servicio en doce estaciones de la llamada Línea Dorada, la opinión pública ha sido sometida a distintas versiones –y un sinnúmero de incongruencias propagadas por la dirección del STC Metro– alrededor de las causas que derivaron en su excesivo deterioro y situación actual.
En últimas fechas, el Ing. Joel Ortega, su director general, ha reiterado además ante los medios lo dicho por los miembros de la Comisión Investigadora de la Línea 12 y que está consignado en el informe que fue presentado al Pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, con la diferencia que los presenta de manera sesgada y los atribuye a informes de las empresas responsables del diagnóstico, TSO y SYSTRA, que ni siquiera están concluidos.
A lo anterior se agregan otros comentarios de Ortega aparecidos en la prensa, como el que solicitó que se revisen los montos que se pagan a CAF por el contrato de prestación de servicios de los trenes, debido al desgaste ondulatorio acelerado provocado por la falta de compatibilidad entre las vías y los trenes de la Línea 12. Estos son dichos en los que el Director del Metro da por sentado una hipótesis sobre la causa del desgaste ondulatorio que SYSTRA no pudo probar en su comparecencia en la Comisión de Investigación de la Línea 12 el pasado 26 de junio.
El más reciente ejemplo de este comportamiento fue la aparición de distintas notas en días recientes que hacen mención de una tarjeta informativa firmada por el Ing. Francisco Bojórquez, entonces Director del STC Metro, y mediante la cual se sugería al ex Jefe de Gobierno optar por un sistema rodante neumático.
Evidentemente, parece ser que lo que se busca es hacer pensar que una decisión técnica de esta magnitud fue tomada unilateralmente y sin ningún tipo de sustento, lo cual es completamente absurdo y alejado de la realidad.
Extraña además que esta información aparezca simultanea y sorpresivamente en distintos medios de comunicación, pues como señaló el analista Jorge Zepeda Patterson, pareciera ser que es la culminación de un largo proceso de linchamiento en contra del ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón.
La aparición de este documento claramente busca manipular la realidad. ¿Qué esconde Joel Ortega? ¿Cuántas sorpresas más tiene preparadas y hasta cuándo se le permitirá que continúe con este manejo?
Todavía peor es que se haya ocultado además la existencia de un Dictamen Técnico, fechado en 2007, que cuenta con la firma de 18 funcionarios del STC Metro, varios de los cuales continúan en funciones, que avalan la decisión de optar por una tecnología de material rodante férreo. En él, hay consideraciones sobre impacto ambiental y costos de mantenimiento, costos de la obra y un análisis profundo sobre los costos y beneficios que representarían cada una de las opciones.
Más aún, lo largo de este proceso, hemos demostrado además que existe un claro conflicto de intereses de la empresa SYSTRA, encargada de llevar a cabo los trabajos para determinar los problemas, causas y soluciones de la Línea 12 del Metro; esto, lo hemos evidenciado a través de documentos públicos en los que consta la existencia de vínculos laborales entre el Vicepresidente de SYSTRA en América Latina que autorizó la versión final del informe presentado y ALSTOM, empresa constructora de la Línea Dorada y a la que ahora se le han adjudicado cuantiosos contratos para su mantenimiento.
En vez de preocuparse por imponer su agenda en medios de comunicación, la dirección del STC Metro debería estar ocupada en mejorar su servicio, el cual en últimas fechas ha tenido incidentes que van desde conatos de incendio hasta cortos de circuito que han obligado a que los usuarios sean bajados de los vagones y obligados a caminar por las vías; al igual que en resolver la situación la Línea 12, de la cual ya van cuatro meses de los seis que él mismo fijó como plazo para reparar, sin que se tengan avances claros.
Por esas razones, desde un principio señalamos claramente la necesidad de que Ortega se separara de su cargo, con el fin de garantizar integridad y transparencia en las investigaciones. La Ciudad sigue esperando.
Por último, cabe hacer una aclaración: condenamos el linchamiento, pero tampoco proponemos exculpar a nadie. Hemos señalado ya que observamos responsabilidades compartidas, que deben deslindarse en su momento. Sin embargo, para nosotros es fundamental que en primer lugar se restablezca el servicio en beneficio de más de 430 mil usuarios diarios. La ciudadanía va primero.