México es un país diverso, en él habitan 12 millones de indígenas, en otras palabras, la décima parte de la población mexicana son miembros de un pueblo originario con sabiduría ancestral. Y aunque esto debería llenarnos de orgullo a todos los mexicanos, no es así, la discriminación y la falta de oportunidades golpean a los indígenas en sus poblaciones y fuera de ellas.
Más de la mitad de los mexicanos están sumidos en la pobreza y tres cuartas partes de los indígenas viven en ella. Esto es sólo un reflejo de la discriminación y de un sistema que dificulta la integración de sus usos y costumbres al resto de la sociedad.