Loma del Zapatero, cerro de nuevas fosas clandestinas en Iguala, ya era tiradero de cuerpos

Autor: 
Juan Omar Fierro Mendoza

Un camino de terracería que lleva a la punta de un cerro conocido como Loma del Zapatero, en el que ya se han localizado cuerpos con anterioridad, es la posible ubicación de las cuatro fosas clandestinas en las que a partir de este jueves serán buscados los cuerpos de los 43 normalistas que se encuentran desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre.

La zona ya se encuentra acordonada por elementos de la Secretaría de Marina –Armada de México (Semar) y de la Policía Federal Ministerial adscrita a la Procuraduría General de la República (PGR).

En el lugar se pueden contabilizar al menos tres unidades de la Armada de México y tres más de la Policía Federal Ministerial, así como dos camionetas de la Coordinación de Servicios Periciales de la PGR. Sin embargo, todavía es poco el movimiento de peritos en el lugar.

Una de las razones es que los peritos llegaron a Iguala después de que el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, hiciera el anuncio oficial de las nuevas fosas.

A las ocho de la noche, los empleados de la PGR luchaban por conseguir una habitación en una ciudad copada por 400 elementos de la Policía Federal, enviados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y decenas de periodistas que intentan desentrañar la saña con la que fueron atacados los estudiantes de Ayotzinapa.

El saldo ya es de sobra conocido, pero no deja de estremecer; seis personas muertas, 43 normalistas desaparecidos y un estudiante en estado de coma: Aldo Gutiérrez, con una herida de bala en la cabeza, que se debate todos los días entre la vida y la muerte.

Para llegar a las fosas clandestinas, hay que recorrer un camino de terracería por más de 30 minutos.

Es un camino escarpado, con vegetación de matorrales y algunas cactáceas, pero el mayor obstáculo son los retenes de la Policía Federal Ministerial que se encuentran a poco más de dos kilómetros de la posible ubicación de las fosas. 

Para poder avanzar, hay que rodear por el monte, algo que por la mañana es factible, pero que al atardecer se vuelve una tarea casi imposible. Esa es la segunda razón por la que hubo poco movimiento de peritos: ya entrada la noche, el acceso para automóviles también es difícil.

Una tercera razón es el tipo de lugar: los policías ministeriales escucharon detonaciones a lo lejos. Para ellos es fácil imaginar a los autores de dichos disparos, los propios criminales que habrían participado en los homicidios y desapariciones de estudiantes normalistas.

Las fosas se localizan en un terraplén que está rodeado de pendientes, es el lugar perfecto para una emboscada, el riesgo de trabajar de noche aumenta con esa debilidad propia del lugar.

Por si fuera poco, el paraje conocido como Loma del Zapatero no es ajeno para los cuerpos policiacos de Iguala: se trata de un lugar que junto con Cerro Gordo, Pueblo Viejo y La Parota, es uno de los lugares más utilizados por los grupos delictivos para abandonar los cuerpos de sus víctimas o rivales.

De los trabajos que realice PGR en este lugar, dependerá que las colonias Loma del Zapatero y Pueblo Viejo, se inscriban para siempre  en la geografía del horror nacional, cuya sima, sigue siendo San Fernando, Tamaulipas, con 72 migrantes masacrados y 193 cuerpos extraídos de fosas clandestinas.

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