25 de agosto de 2015
Legisladores locales y federales de Movimiento Ciudadano anunciaron que en la discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2016, buscarán que el Distrito Federal sea integrado al Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), a efecto de que reciba cerca de 800 millones de pesos que le corresponden para atender el rezago que existe en materia de infraestructura educativa.
En conferencia de prensa, la presidenta de la Comisión de Presupuesto de la ALDF, Esthela Damián Peralta, la senadora Martha Tagle y el diputado electo Armando López Velarde Campa, coincidieron en que no existe razón alguna para mantener a la ciudad de México excluida de la oportunidad de aumentar la calidad educativaa través del mejoramiento de los 2 mil 876 planteles existentes, de los cuales mil 560 cuentan con más de 31 años de antigüedad, 690 entre 21 y 30 años, 282 de 11 a 20 años, 94 hasta 10 años y 203 sin determinar.
Explicaron que el Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) es uno de los ocho fondos que integran actualmente el Ramo 33 y que se orienta a la creación, mantenimiento y rehabilitación de la infraestructura física de la educación básica, media y superior, sin embargo al Gobierno del Distrito Federal históricamente no se le otorgan recursos del FAM para educación básica.
Damián Peralta aseveró que el Distrito Federal concentra la mayor cantidad de centros educativos y posee el más complejo subsistema educativo del país, por lo que es necesario que se otorguen mayores recursos para mejorar las condiciones de estudio de 1.34 millones de niños y jóvenes que asisten a escuelas públicas de educación básica.
Reveló que alrededor de 400 escuelas se encuentran en zonas de riesgo sísmico y sólo una de cada diez fue construida bajo una normatividad posterior al sismo de 1985, lo que pone en riesgo la integridad física de los miles de menores que a diario se encuentran dentro de esas aulas.
La senadora Martha Tagle indicó que con base en un diagnóstico de la Administración de Servicios Educativos del Distrito Federal y del Instituto Local para la Infraestructura Física Educativa local, existen 203 escuelas en el DF que necesitan mantenimiento por algún daño estructural, de ese número 70 son prioritarias. Dijo que las delegaciones que concentran los inmuebles más antiguos son Gustavo A. Madero, Iztacalco y Cuauhtémoc.
Lamentó que en este regreso a clases, los alumnos se hayan encontrado en sus escuelas con severos daños en instalaciones hidráulicas, eléctricas y sanitarias, “en general, las condiciones físicas en que se imparte la educación son pésimas, tal como lo demuestra el censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial, CEMABE 2013“.
Citó que sólo el 44% de los inmuebles educativos ha recibido mantenimiento regular y en el 34.8% se han realizado obras mayores de rehabilitación, “es un hecho que la inadecuada infraestructura educativa repercute en el proceso enseñanza-aprendizaje y en el desarrollo de la población estudiantil”.
Por su parte, el legislador local electo Armando López Velarde Campa expuso que de acuerdo al reporte Education at a Glance 2010, realizado por la OCDE, del gasto público total en educación en México, solamente el 1.9% se destina a gasto en infraestructura, mientras que el promedio de los países de la OCDE en este rubro, es de 7.8%, lo que refleja el rezago de la inversión en infraestructura educativa.
Destacó que la Ley General de Educación establece, por recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destinar no menos del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación, lo cual hasta ahora no se ha cumplido.
Los legisladores locales y federales de Movimiento Ciudadano urgieron a proponer programas de inversión para la construcción, mantenimiento, equipamiento, rehabilitación, reforzamiento, reconstrucción, reubicación y reconversión de los espacios destinados a la educación que imparta el Estado.
Consideraron grave que la ciudad de México siga enfrentando, en el ejercicio de sus derechos y atribuciones, una desfavorable desigualdad respecto de los que tienen las demás entidades de la Federación, además de que el gasto del Gobierno Federal para la educación básica en el Distrito Federal ha disminuido, lo cual frena el desarrollo educativo al no contar con las instalaciones y el equipamiento necesarios.