(12 de octubre, 2015).- Durante el foro “Hablemos de corrupción”, llevado a cabo hoy en el hotel Hilton de la Ciudad de México, se dio a conocer que nuestro país, descendió del lugar 64 al 103 en índice de transparencia. Esto a pesar de que desde el 2004 a la fecha, aumentaron los recursos destinados al “combate a la corrupción” un 98 por ciento.
María Amparo Casar, aseveró que la corrupción es “un impuesto regresivo” pues cuesta 890 mil millones de pesos ( lo podría ser entre el 2 y 9 por ciento del PIB que implicarían resultados de cinco reformas fiscales), es decir, el 14 % de ingreso de los hogares; “el 14 por ciento del ingreso promedio de los hogares al año se destina a pagos extraoficiales, que es mordidas, corrupción lisa y llanamente, el 33 por ciento de los ingresos si solamente me quedo en el salario mínimo, fíjense ustedes la diferencia. Esto quiere decir lisa y llanamente que la corrupción es un impuesto regresivo para la sociedad que acarrea males, en vez de bienestar, cada acto de lo que llamamos la pequeña corrupción cuesta 165 pesos”.
La también directora de anticorrupción del Instituto Mexicano de la Competitividad dijo que hay que sumar los costos políticos “que implican que el 83 por ciento de los mexicanos no crea en legisladores y estén convencidos que crean reformas en beneficio propio, y que el 88 por ciento no confíe en el Sistema Judicial y administración de Justicia”.