11 de junio del 2018
En Movimiento Ciudadano estamos convencidos de que la riqueza cultural de México es infinita; esto se debe en gran medida al enorme aporte de los pueblos indígenas. Nuestra lucha ha sido, es y será por defender su derecho a tener una vida digna, expresarse libremente y estar orgullosos de su identidad. Sabemos que su cultura y tradiciones son un patrimonio nacional digno de presumir a todo el mundo.
De acuerdo a cifras oficiales de la Organización de las Naciones Unidas y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; en México la población indígena está compuesta por aproximadamente 15 millones de personas, lo que representa el 12% de la población total de nuestro país. Son 68 los grupos étnicos reconocidos que cuentan con sus propios hábitos y costumbres. Además, es importante señalar que alrededor de 8.4 millones de mexicanos hablan mayormente Náhuatl, Maya y lenguas mixtecas.
La falta de oportunidades obliga a miles de indígenas a abandonar su tierra y emigrar en busca de un futuro mejor. El olvido y desprecio del gobierno federal hacia estos grupos ha llevado a que el 76.8% vivan en condiciones de pobreza y que el 28% sean analfabetas. Por si fuera poco, al dejar sus lugares de origen sufren discriminación, racismo e injusticia; lo que conlleva que tengan que renunciar a su identidad y se avergüencen de su lengua y tradiciones. Cuando pasa esto, aunque no nos demos cuenta, México está perdiendo uno de sus tesoros más importantes: la diversidad cultural.
Desde Movimiento Ciudadano no hemos mirado hacia otro lado ni hemos ignorado el problema; personas como Clemente Castañeda, candidato al Senado por Jalisco, a lo largo de su trayectoria han sido la voz de los grupos indígenas en los espacios donde se toman las decisiones. En 2017 impulsó una iniciativa de reforma al artículo 2 de la Constitución para que las comunidades indígenas sean reconocidas como sujetos de derecho público. Este es solo el primer paso para garantizar que sean ellos los que decidan sus vías de desarrollo y su futuro. También es vital establecer los instrumentos necesarios para la protección de los derechos lingüísticos y culturales de estos pueblos, así como hacer una revisión a fondo para restituirles las tierras que se les quitaron ilegalmente por medio de la invasión o el despojo.
De igual forma, María Elena Orantes, candidata al Senado por Chiapas, ha escuchado las demandas de estos grupos sociales y conoce muy bien cuáles son los principales desafíos que enfrentan. Ella, al igual que muchos ciudadanos libres, está convencida de que las comunidades indígenas de su estado representan la identidad y raíces de los Chiapanecos. A pesar del nulo apoyo gubernamental; estos pueblos siguen viviendo bajo sus propios usos y costumbres, defendiendo orgullosos una cultura donde el respeto por el medio ambiente y la armonía del hombre con la naturaleza son fundamentales.
En este Movimiento Naranja hemos podido disfrutar del increíble talento de Yuawi; un niño Wixárika que ha cautivado a todo el país no solo con su voz, también con la enorme alegría que contagia solo con verle. Junto a José López, su padre, nos han enseñado los valores de su cultura, sus ganas de trabajar y la necesidad que existe de escuchar a todos los pueblos indígenas del país. Con su música ellos han podido salir adelante y demostrarnos que hay talento en todas partes; pero aún quedan muchos millones de mexicanos que necesitan esa oportunidad, que quieren ser respetados y que sus comunidades no sean olvidadas.
Los pueblos originarios se encuentran en el abandono total y se están extinguiendo. Es nuestra responsabilidad que puedan preservar su identidad a través de su música, su arte, su lengua y sus costumbres. Desde Movimiento Ciudadano seguiremos amplificando la voz de todas las comunidades indígenas para que sean escuchadas. Ellos son el vivo reflejo de nuestra historia.
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