Movimiento Ciudadano se ha manifestado invariablemente por el respeto a los derechos y a las libertades de todos los ciudadanos, sin distinción de credos, raza o condición económica.
Entre tales derechos y libertades, están la de expresión y la libre manifestación de las ideas, porque constituyen un fundamento sustancial de nuestro azaroso y difícil tránsito hacia una democracia integral para todos los mexicanos.
Pero esos derechos y esas libertades no pueden existir cuando son asediadas por uno de los más peligrosos enemigos de toda democracia: la intolerancia.
En este contexto, Movimiento Ciudadano coincide con las movilizaciones sociales en contra de la inseguridad que agobia a la ciudadanía; reprueba enérgicamente los actos de barbarie, cualquiera que sea su signo, en contra de la población civil; condena la inseguridad, los abusos del poder público, la corrupción y la impunidad imperantes en nuestro país.
Pero en este mismo escenario, desaprueba con firmeza los actos de intolerancia y agresión de que víctima en la Ciudad de México, este miércoles 8 de octubre, un mexicano ejemplar: el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Los autores de la agresión no pueden soslayar o ignorar un hecho incuestionable: el ingeniero Cárdenas Solórzano fue y es un connotado luchador social, constructor sobresaliente de la transición democrática en México.
Transición que probó que el autoritarismo y el poder hegemónico como el que padeció nuestro país durante 70 años, no son para siempre; que un nuevo rumbo para la Nación es posible dentro de los cauces de la legalidad y, sobre todo, de la tolerancia y del respeto a quienes ejercen su derecho a disentir en libertad.