Autor:
Shaila Rosagel
14 de abril del 2016
El Instituto que realizó el Índice de Paz México 2016 y que sorprendió al colocar a Veracruz como el tercer estado más pacífico del país dice que hay discrepancias entre las cifras nacionales y estatales, y que en un análisis de los ocho puntos para evaluar el Índice de Paz Positiva, la entidad que gobierna el priista Javier Duarte de Ochoa está en los últimos lugares.
Las cifras oficiales de Veracruz no reflejan la realidad que vive la entidad gobernada por el priista Javier Duarte de Ochoa en materia de derechos humanos, corrupción, funcionamiento del Gobierno local, entorno empresarial y libre flujo de información , dijo Patricia de Obeso, coordinadora en México del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), en entrevista con SinEmbargo.
La coordinadora del Instituto que desarrolló por tercer año el índice de Paz México 2016 expuso que para construir el índice se tomaron varios indicadores, pero el principal fue la tasa de homicidios de cada entidad que arrojó que los estados más pacíficos son: Hidalgo, Yucatán, Veracruz, Tlaxcala y San Luis Potosí y los menos pacíficas Guerrero, Sinaloa, Morelos, Baja California y Baja California Sur.
Fue Veracruz la entidad que sorprendió a los mismos investigadores del Instituto debido a que sus cifras en las tasas de homicidios en los últimos 13 años mostraron cambios mínimos, a pesar de la ola de violencia e inseguridad que se generó a partir de 2006 y se recrudeció entre 2009 y 2011.
“En particular si vemos los niveles de paz en los últimos 13 años en Veracruz, vemos que permanecen igual, ni siquiera en los mayores momentos de inseguridad, entre 2009 y 2011, hubo un cambio en Veracruz. Entonces un estado que permanece igual en sus niveles de paz llama la atención, porque a todos los estados del país les afectó la violencia, menos a Veracruz”, explicó.
Patricia de Obeso dijo que en especial en Veracruz hay un “hoyo negro” cuando se habla de impunidad en homicidios y en eficiencia del sistema judicial, pues en 2007 la entidad presentaba cuatro sentencias por cada cinco casos de homicidios y en 2013 hubo sólo una, por cada cinco casos.
“Quiere decir que hay una impunidad tremenda en este delito que es el que se pondera en el índice; sin embargo, si no tenemos las cifras reales de homicidio con las que cuenta el estado, es difícil tomarlas en cuenta dentro de ese análisis. Por ello es importante hacer un señalamiento de la necesidad de que los ciudadanos contemos con cifras oficiales confiables”, detalló.
De Obeso indicó que una de las explicaciones sobre el resultado del índice, que coloca a Veracruz como el tercer estado más pacífico del país, está en las cifras.
“Hemos señalado tres factores en el reporte: el primero de ellos, el más alarmante y que más nos cuestiona, es la discrepancia que hay en las cifras de homicidios. El Inegi [Instituto Nacional de Estadística y Geografía] cuenta los homicidios a través de las actas de defunción de los estados. Las averiguaciones previas que abrió la policía de Veracruz tienen una discrepancia con las del Inegi: solamente 63 por ciento de los homicidios que reporta el Inegi fueron investigados por la Procuraduría, el otro 37 por ciento no está en las estadísticas oficiales, no fue reportado por la Procuraduría Estatal, eso es una dificultad para quienes trabajamos con cifras oficiales, porque estamos viendo que de alguna manera no está reflejada la realidad”, dijo.
REALIDAD CONTRA CIFRAS DE VERACRUZ
Pero no sólo las cifras no reflejan en su totalidad la realidad de Veracruz, por la discrepancia que hay entre las distintas fuentes de información, sino también el Índice de Paz Positiva que mide ocho factores y en donde la entidad está en lugar número 29, es decir, entre los últimos cuatro.
El Índice mide el buen funcionamiento del gobierno, el entorno empresarial sólido, buenas relaciones con vecinos, bajos niveles de corrupción, altos niveles de capital humano, libre flujo de información y aceptación de los derechos de los demás.
“Nosotros hablamos de la paz negativa que se refiere a la ausencia de la violencia y miedo a la violencia, pero medimos factores como la corrupción, acceso a la justicia, educación, respecto a los derechos humanos, entonces Veracruz, que se encuentra en los primeros lugares en las cifras, cuando vemos el Índice de Paz Positiva lo vemos en los últimos lugares por la tasa de periodistas muertos que tienen en los últimos años, por la persecución, la inseguridad que hay. Sí tratamos de hacer ese contraste [en el reporte] y que la ciudadanía pregunte qué está pasando en un estado en donde no se está reflejando la realidad de Veracruz en las cifras oficiales”, explicó.
La coordinadora del Instituto para la Economía y la Paz destacó que en el país los dos factores que más se han descuidado y que han permitido que la violencia crezca y la paz se deteriore son los niveles de corrupción y la falta de un buen funcionamiento del Gobierno que se mide en la confianza en la policía y en el sistema de justicia.
“Hablamos de la paz a través de los homicidios, pero no de combate a la corrupción, que son cosas de fondo”, dijo.
¿CIFRAS MAQUILLADAS?
Al preguntársele sobre si el que aparezca Veracruz como el tercer estado más pacífico en su índice de paz, sugiere que hay cifras maquilladas o sesgadas, Patricia de Obeso contestó que “los datos hablan por sí solos”.
“El hecho de ver que la línea de Veracruz sigue igual en los últimos años, que es el estado de mayor discrepancia en los homicidios reportados, donde el 80 por ciento de la ciudadanía se siente insegura y las cifras dicen otra cosa, donde hay más periodistas muertos, yo creo que esto habla de que hay un problema de fondo en la entidad, no sólo de los últimos dos o tres años, sino de los últimos 13 años”, contestó.
Precisó que en la país hay un problema de protocolos, pues la Secretaría de Gobernación (Segob) confía en un acto de fe en las cifras que las procuradurías estatales le presentan, sin contar con protocolos de verificación.
“No hay sanciones por no entregar la información a tiempo, no hay protocolos de verificación para saber si esa información es real. Hay un segundo factor de fondo en el sistema de impartición de justicia y en el cómo funciona el sistema: la policía se encuentra 90 cuerpos en una fosa clandestina y sólo abre una averiguación previa, entonces los otros 89 cuerpos dónde quedan. La impunidad y la corrupción reina todavía en el sistema de justicia”, explicó.
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